Soledad Barruti es periodista y divulgadora de una perspectiva apuntada a deconstruir los ideales de la alimentación que promueve la industria de producción y comercialización de alimentos. Es autora de los libros Malcomidos y Mala leche y expone en conversatorios que realiza dentro y fuera del país.
En una charla con Agustina Kämpfer para Algo que contar, Barruti repasó los conceptos que suele difundir en su trabajo y a través del activismo en redes sociales. Consultada sobre el aprendizaje respecto a la alimentación infantil desde su rol de madre, dijo:
"La idea de la alimentación infantil es un problema en sí mismo. Asumimos que hay una alimentación para la infancia, como si las infancias fueran una especie aparte. Y la industria es muy perfecta en haber creado ese concepto y una cantidad de productos con los lácteos como línea primera. Se puede pensar en las galletas, jugos y muchas otras cosas que han deteriorado profundamente la salud de niños, haciendo que hoy padezcan enfermedades como nunca antes en la historia".
Según comentó, la infancia es el sector de la población "más vulnerado" por la falta de información sobre el contenido de los alimentos. Sin embargo, apuntó a los productos ultraprocesados en general.
"Con la comida de este tipo pasa como con el tabaco. Existe acumulación de pruebas de la cantidad de enfermedades que genera comer esta comida de manera sistemática, y hay una manipulación corporativa para que nada de esto se sepa; lobby que ejercen para que no haya leyes que regulen la información", sostuvo.
En esa línea, destacó la promulgación de la Ley de Promoción de Alimentación Saludable que reglamenta el Etiquetado Frontal. Y propuso: "Pensemos en la alimentación sana, limpia y justa como un derecho humano y una necesidad para todos, y vamos a tener un mundo muy distinto".
Violencia corporativa
En distintos tramos de la entrevista, Soledad señaló las maniobras de industrias alimenticias y de la salud que perjudican a la calidad de vida.
"La lactancia materna perdió por la afrenta corporativa. Fue una guerra donde corporaciones la echaron por la borda y después acompañaron al crecimiento de una industria destinada a reemplazar el único alimento humano gratuito, democrático e igualitario. Hubo un plan sistemático para que eso quedara atrás", advirtió.
Por otra parte, se refirió a la comercialización de productos descremados como "saludables" en función de una idea generalizada de la relación entre peso y salud.
"La idea de que la salud es delgadez está totalmente incorporada en nuestra sociedad de una manera violenta, y es irreal. Los estándares de marcaciones son muy arbitrarios y se piensa a la salud con una idea pesocéntrica que no tiene ninguna validez", explicó.
Lobby de las industrias
Basada en su experiencia como activista y divulgadora, Barruti aseguró que existe "una parcialidad total en la información", que lleva a que "muchos profesionales se conviertan en promotores de la industria".
"Hay un paso a paso muy interesante que se ve en todas estas industrias, que son nocivas para la salud, contra quienes denuncian algo diferente. Primero está intentar congraciarse, luego desestimarlo de distintas maneras, generar expertos que hagan una especie de contrapunto a lo que estás diciendo", denunció.
Respecto de su caso particular, relató: "En un momento me resultó muy violento encontrarme expuesta en redes, o que llamaran por teléfono a donde iba a dar una charla para que no la diera".
Y agregó: "Me bajaron de conferencias, de programas de televisión, de un montón de lugares. Mi refugio son los libros, me gusta escribir, y eso tiene una libertad gigante".
Podés ver Algo que contar con Agustina Kämpfer de lunes a viernes a las 23.30 por la pantalla de IP.