Los microplásticos se presentan en varios lugares impensados. Se estima que, desde su creación, las personas produjeron el equivalente de este material al peso de 1000 millones de elefantes, y que un 91% de ellos flotan en los océanos o se acumulan en basureros.
Una persona, promedio, introduce en su cuerpo 100.000 plásticos pequeños al año. Lo que ocurre es que al no recibir un tratamiento adecuado, el plástico no desaparece sino que se fracciona, y está presente en los alimentos, el aire y, en mayor parte, en el agua.
En el video, un informe especial de Paloma Bokser.
Nivel de contaminación oceánica
La crisis ambiental que generan los microplásticos afectan a los océanos y a su biodiversidad. Este tipo de polución equivale a que, por minuto, un camión de basura tire su carga completa de plástico al mar, y como resultado se estima que para el 2030 la contaminación causada por el plástico en ecosistemas acuáticos se va a duplicar.
Los expertos sugieren que el objetivo sea utilizar más vidrio, metal y madera, ya que la basura no se elimina. El plástico es la herencia para las generaciones futuras. Por eso, la única solución viable es la responsabilidad compartida de bajar el consumo y reciclar.