El 2 de abril de 1982 la Junta Militar inició la Guerra de las Islas Malvinas contra Gran Bretaña. El conflicto duró 74 días, con la rendición de nuestro país del 14 de junio de 1982 y un saldo de 632 soldados muertos y más de 1200 heridos del lado argentino.
Este conflicto fue uno de los determinantes para que la sociedad comenzara a levantar la voz frente a las atrocidades cometidas por la Dictadura y se encamine la vuelta de la democracia.
"En 1982 el malestar social con la dictadura era cada vez más extendido y notorio. A la crisis económica se sumó el congelamiento de salarios, la suba de tarifas y las inocultables violaciones a los derechos humanos generaron una escalada de la tensión social", indicó Gabriel Sued.
En el video, el análisis de Gabriel Sued sobre la vuelta a la democracia.
Las protestas sociales
El 30 de marzo de ese año, la CGT Brasil, encabezada por el sindicalista Saúl Ubaldini llamó a un paro que tuvo una gran convocatoria. Aquel acto fue una de las primeras movilizaciones sociales a gran escala contra la dictadura cívico militar. Con el lema "Paz, Pan y Trabajo", la marcha fue reprimida por la Junta Militar que detuvo a unas 2 mil personas.
"El 2 de abril la Junta jugò su última carta con la declaración de la guerra. De esta forma, las protestas sociales se pusieron en pausa", explicó Sued.
En este contexto, la dictadura volvía a poner sobre la mesa la cuestión del "enemigo externo" para intentar tapar sus gravísimos problemas internos, como lo hiciera en 1978 durante el conflicto por el Canal de Beagle con Chile. En aquella ocasión, nuestro país estuvo a punto de entrar en guerra con el país vecino, de no ser por la mediación del papa Juan Pablo II.
El "espejismo de apoyo social"
Con la declaración de guerra, la Junta ganó un "espejismo de apoyo social", que duró muy poco. "El hundimiento del crucero argentino Gral. Belgrano, la inferioridad tecnológica profesional y de conducción pusieron al descubierto el error costosísimo que la Junta Militar había cometido", explicó Sued.
Todos estos factores precipitaron la rendición argentina del 14 de junio. "Como el 30 de marzo se volvió a escuchar en Plaza de Mayo la consigna: se va a acabar la dictadura militar". El 17 de junio renunció el presidente de la Junta, Leopoldo Fortunato Galtieri, y se abrían las puertas para la vuelta democrática.
El último intento de legitimación de la dictadura cívico militar se desvaneció y el reestablecimiento de la democracia comenzó a gestarse de la mano de varios actores sociales. Entre ellos, se encontraba la Multipartidaria, una instancia de acción política conjunta creada por los principales partidos políticos argentinos que pedían el retorno de las urnas.
Finalmente, la interacción de los partidos políticos, sindicatos y la Iglesia crearon las condiciones para que vuelva la democracia en 1983.
"En las vísperas del 40 aniversario de la vuelta de la democracia recordamos a los excombatientes y reflexionamos sobre los costos que pagamos como sociedad para garantizar esa continuidad democrática y defenderla de quienes la ponen en peligro a través del olvido, la injusticia y la desigualdad", destacó Sued.