“Pequeño J”, el narco de 23 años que habría ordenado los asesinatos
Desde la madrugada del miércoles, tras el hallazgo de los cuerpos de Brenda Del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez en Florencio Varela, todas las miradas se posaron sobre un nombre que hasta entonces apenas circulaba: “Pequeño J”. Se trata de un joven de 23 años, de nacionalidad peruana, cuya verdadera identidad sigue siendo incierta.
En los expedientes judiciales figura como Julio Valverde o Julio Noguera, aunque en los barrios del conurbano sur se lo menciona simplemente como “Julito”.
Los investigadores sostienen que fue él quien diagramó cada detalle del crimen. Según la causa, ordenó cavar las fosas donde luego fueron enterradas las víctimas y montó una trampa bajo la apariencia de una fiesta. El asesinato habría sido transmitido en vivo a un grupo privado de redes sociales y, durante esa transmisión, el prófugo habría lanzado una advertencia interna: “Esto le pasa a quien me roba”.
La búsqueda se concentró en Villa Zavaleta, donde se presume que opera su organización. En los allanamientos participaron efectivos de grupos especiales como Halcón y Jaguar. En el lugar se hallaron trampas electrificadas y una nota dirigida a la policía, atribuida al propio fugitivo. Pese al despliegue, no lograron capturarlo: fuentes del caso sostienen que minutos antes había estado en uno de los departamentos allanados.
Lo llamativo es que, pese a la magnitud del operativo, fuerzas federales y provinciales reconocen que “Pequeño J” no aparece en los registros habituales del narcotráfico porteño.
Por el caso hay doce detenidos. Ocho fueron arrestados durante los allanamientos en Zavaleta bajo sospecha de integrar la organización, aunque fuentes judiciales advirtieron que podrían recuperar la libertad, ya que ninguno quedó formalmente imputado por el triple homicidio.