Tensión frente al Congreso en una nueva marcha de jubilados

Momentos de tensión se vivieron este miércoles frente al Congreso durante una nueva marcha de jubilados, la primera después de las elecciones legislativas. La movilización, convocada por distintas agrupaciones de adultos mayores y acompañada por organizaciones sociales y políticas, reclamó por la pérdida del poder adquisitivo de las jubilaciones y el aumento del costo de vida.

Desde temprano, la zona estuvo completamente vallada y con una fuerte presencia de efectivos de la Policía Federal, Gendarmería y fuerzas de la Ciudad. El despliegue formó parte del protocolo antipiquete que impulsa el Ministerio de Seguridad, y que volvió a aplicarse de manera estricta.

A lo largo de la jornada, el clima se volvió cada vez más tenso. Algunos manifestantes empujaron las vallas que cercaban el Congreso y la policía respondió con gas pimienta. Desde el lugar, Aldana Flores informó para IP Noticias que se vivieron momentos de tensión y destacó que, además de jubilados, había muchos jóvenes y organizaciones sociales acompañando la protesta. También señaló que el operativo policial fue de una magnitud poco habitual para una manifestación de este tipo.

La marcha repitió el reclamo que los jubilados sostienen desde hace meses: la necesidad de un aumento urgente de haberes y medidas para recuperar el poder de compra perdido por la inflación. “No llegamos a fin de mes”, fue la frase más escuchada entre los manifestantes, que además exigieron mejoras en la atención médica y en el acceso a medicamentos.

El operativo, que cubrió gran parte de la Plaza del Congreso y sus alrededores, fue cuestionado por su carácter desproporcionado, según dirigentes y referentes presentes. Las imágenes de gases y empujones generaron críticas hacia la aplicación del protocolo antipiquete, que volvió a quedar en el centro del debate.

Las marchas de jubilados frente al Congreso se repiten todos los miércoles y se convirtieron en una expresión constante del descontento de un sector que reclama ser escuchado. La de hoy, marcada por un fuerte dispositivo de seguridad y un clima de malestar creciente, volvió a reflejar la distancia entre el reclamo social y la respuesta oficial.