Día de la Bandera: nuestros colores como inspiración latinoamericana
El 27 de febrero de 1812, el general Manuel Belgrano le anunció al Triunvirato de la Revolución de Mayo que se había tomado la licencia de crear una bandera representante. La fecha de muerte del prócer, el 20 de junio, fue elegida para celebrar el Día de la Bandera.
En una carta con su explicación, escribió: "Siendo preciso enarbolar bandera, y no teniéndola, la mandé hacer blanca y celeste, conforme a los colores de la escarapela nacional".
Los historiadores afirman que en el momento de la toma del Cabildo en 1810, las escarapelas que habían sido repartidas al pueblo eran de color rojo. Sin embargo, luego de la declaración de Belgrano quedó abolido su uso.
Existen dos teorías que hablan del color celeste y blanco oficializado en 1812 junto la bandera: la primera apunta al estandarte religioso de la "Purísima Concepción" (celeste y blanco) que utilizaron Juan Martín de Pueyrredón y sus tropas para frenar la primera Invasión inglesa en 1806. La segunda versión atribuye los colores a una copia de la banda cruzada que exhibían la Real Orden de Carlos III de España, quien también se había inspirado en los colores de la túnica y el manto de la Virgen de la Inmaculada Concepción, Patrona de España.
Mientras tanto, el Sol de Mayo (que representa al dios solar inca Inti) no fue utilizado de manera permanente en el centro de la bandera. De hecho, así como los japoneses tienen su bandera de guerra, la presencia del Sol en una bandera indicaban tiempos bélicos. En la actualidad se oficializó de uso común.
¿Cómo es que muchos países sudamericanos utilizan un versión similar?
La bandera argentina fue inspiración para muchas otras enseñas latinoamericanas. Esto fue gracias a los bloqueos y acciones desestabilizadoras que lideró Hipólito Bouchard, militar y corsario francés que adoptó voluntariamente la idea revolucionaria de lo que entonces eran las Provincias Unidas del Río de la Plata.
El capitán Bouchard luchó en la batalla de San Lorenzo bajo las órdenes de San Martín y terminó designado como líder de la fragata La Argentina en 1817 por el nuevo Estado nacional.
Sus siguientes ataques y saboteos al tráfico marítimo español ayudaron a fortalecer la postura independentista de América del Sur y Centroamérica con tanto impacto que el líder salvadoreño José Manuel de Arce adoptó la bandera que enarbolaba la fragata del Bouchard y la utilizó para representar al territorio denominado como Provincias Unidas del Centro de América (conformado por lo que ahora es Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, dos provincias panameñas y el estado mexicano de Chiapas).