Retenciones: vuelta atrás tras presión de EE.UU. y récord de liquidación del agro
En menos de 24 horas, el sector agroexportador argentino liquidó cerca de 7.000 millones de dólares, anticipándose al regreso de los Derechos de Exportación (DEX), una medida que había sido suspendida de forma transitoria por el Gobierno nacional en busca de un alivio cambiario. La sorpresiva reapertura de las retenciones responde a un pedido directo del secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, quien afirmó: “Estamos trabajando con el gobierno argentino para poner fin a las exenciones fiscales para los productores de materias primas que conviertan divisas”.
La declaración de Bessent no solo dejó al descubierto la incidencia del gobierno de Donald Trump en las decisiones económicas locales, sino que además apuró a los grandes jugadores del complejo agroindustrial, que aprovecharon la ventana libre de impuestos para exportar masivamente. En condiciones normales, octubre suele registrar ingresos por unos 1.700 millones de dólares. Esta vez, la cifra se cuadruplicó.
Según anunció la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), ya se completó el cupo de divisas estipulado por el decreto 682/2025, lo que implica el cierre de registraciones de Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) bajo el régimen especial. Desde ahora, las exportaciones solo podrán inscribirse bajo el esquema de retenciones previo.
Esta operatoria extraordinaria formó parte de un movimiento mayor: la firma del acuerdo por 20.000 millones de dólares con Estados Unidos, presentado por el oficialismo como un “no salvataje” financiero. Sin embargo, especialistas advierten que se trata de un nuevo ciclo de endeudamiento para frenar la volatilidad cambiaria, en lugar de fomentar el desarrollo económico.
La eliminación momentánea de los DEX también buscó frenar la escalada de precios internos en alimentos, pero dejó al descubierto el modelo económico basado en especulación. Como advirtió el analista Javier Preciado Patiño: “El gobierno intentó llegar menos golpeado a octubre, pero esto es pan para hoy y hambre para mañana”.
En el plano internacional, la restauración de las retenciones tiene implicancias geopolíticas. Por un lado, beneficia a los productores estadounidenses, que enfrentan tensiones comerciales con China, especialmente en lo referido a la exportación de soja. Por otro lado, asegura que Argentina disponga de divisas para afrontar vencimientos de deuda externa, cada vez más elevados.
Sin embargo, el regreso de los DEX generó un fuerte rechazo de entidades agropecuarias como la Sociedad Rural y cámaras del sector, que venían reclamando la eliminación total y permanente de este tributo.
Desde el oficialismo, el vocero presidencial Manuel Adorni aclaró que la medida no afecta a todas las actividades: “El esquema de retenciones cero para la exportación de carnes avícolas y bovinas continúa sin cupo hasta el 31 de octubre próximo”.
Lo ocurrido remite a antecedentes similares durante la presidencia de Mauricio Macri. En 2018, y ante una situación crítica de reservas, su administración también debió congelar la reducción de retenciones impulsada previamente, bajo recomendación directa del FMI. Curiosamente, el entonces ministro de Finanzas era el actual titular de Economía, Luis Caputo.
El ciclo parece repetirse: falta de dólares, presión internacional y medidas de corto plazo que, en lugar de solucionar, profundizan la dependencia financiera del país.