Pablo Laurta se negó a declarar por el doble femicidio de Luna Giardina y María Zamudio
El caso de Pablo Laurta, el ciudadano uruguayo acusado por el doble femicidio de su expareja Luna Giardina y su exsuegra María Zamudio, sumó un nuevo capítulo judicial. Laurta fue trasladado desde la cárcel de Cruz del Eje hasta los Tribunales 2 de Córdoba Capital para declarar ante la fiscalía, pero optó por el silencio.
Aunque no quiso responder preguntas ni ampliar su declaración, su actitud llamó la atención: no dijo que era inocente. En este contexto, el silencio pesa, y en su caso, podría interpretarse como una admisión implícita de responsabilidad.
El operativo para su traslado incluyó más de 140 kilómetros de recorrido y un fuerte despliegue policial. Laurta fue llevado bajo estrictas medidas de seguridad y volvió a la cárcel, donde permanecerá en una celda de aislamiento, monitoreado las 24 horas.
Durante la audiencia, Laurta solo se refirió a denuncias previas que él mismo había presentado meses antes contra las víctimas, en abril de 2025. En esos escritos, acusaba falsamente a su expareja y a su exsuegra de haber involucrado a su hijo en una red de trata y de haberla obligado a ejercer la prostitución. Sin embargo, la Justicia de Córdoba archivó esas denuncias por inexistencia de delito, dejando al descubierto un intento de Laurta por instalar un discurso de justificación antes de cometer los crímenes.
El fiscal a cargo agravó la imputación contra Laurta. Se lo acusa de haber cometido los femicidios para encubrir otro delito: el secuestro de su propio hijo, además de haber actuado con alevosía y uso de arma de fuego, aprovechando que las víctimas dormían.
Mientras tanto, sigue sin resolverse el misterio del remisero Martín Palacios, quien habría trasladado a Laurta el día del crimen. En Entre Ríos fue hallado un cuerpo mutilado con tatuajes similares a los del chofer. Los investigadores ya extrajeron muestras de ADN para confirmar si se trata de Palacios. Los resultados se esperan en los próximos días.