A pocos días de las elecciones presidenciales definitivas en Brasil, los candidatos Luiz Inácio Lula da Silva y Jair Bolsonaro se disputan voto por voto para ver quién obtiene el triunfo final.
El pasado 2 de octubre, Lula da Silva se convirtió en el ganador de la primera vuelta aunque con una victoria más ajustada de lo esperado. El exmandatario y líder del Partido de los Trabajadores (PT) obtuvo el 48,35% de los votos frente al 43,26% del candidato del Partido Republicano y actual presidente brasileño.
Se trató del escenario electoral más polarizado de los últimos 30 años en aquel país. Entre ambos candidatos se concentró más del 90% de los votos, por lo que, para una victoria definitiva Lula deberá convencer a poco más del 2% del electorado y no perder ningún voto.
Primera vuelta
El resultado de la primera vuelta no coincidió con los pronósticos de las encuestas, que vaticinaban un posible triunfo definitivo de Lula. Lo que sí se confirmó fue el escenario de extrema polarización entre ambas opciones. El grueso de votantes que no votaron ni a Lula ni a Bolsonaro se concentra en el 7% del electorado que se inclinó por Simone Tebet y Ciro Gomes.
Por la candidata del partido Movimiento Democrático Brasileño (MDB) votaron 4.854.204 personas, (4,21%), mientras que el candidato de Partido Democrático Laborista (PDT) recibió 3.524.458 votos, (3,08%).
Este 30 de octubre se celebrará el balotaje donde la decisión de esa parte del electorado será clave para definir la elección presidencial de Brasil.
Los candidatos que apoyarán a Lula
El candidato del Partido Democrático Laborista (PDT) Ciro Gomes, que obtuvo el cuarto lugar en la primera vuelta, anunció que apoyará a Lula Da Silva en el balotaje contra Jair Bolsonaro. Fue el presidente del espacio, Carlos Lupi, quien anunció el respaldo y lo calificó como un "apoyo programático".
El senador brasileño José Serra también confirmó su respaldo a Lula para la segunda vuelta electoral. "No me alargaré sobre el tema. Ante las alternativas planteadas, votará a Lula", se limitó a expresar en sus redes sociales.
Quiénes apoyan a Jair Bolsonaro
El actual presidente Jair Bolsonaro recibió el respaldo del exministro y exjuez Sergio Moro, quien condenó y envió a prisión a Lula en un caso que fue anulado por manipulación y persecución política.
"Lula no es una opción electoral, con un gobierno marcado por la corrupción de la democracia. Contra el proyecto de poder del Partido de los Trabajadores (PT) declaro el apoyo a Bolsonaro en la segunda vuelta", dijo Moro en sus redes sociales.
Bolsonaro además cosechó el respaldo de Romeu Zema, gobernador de Minas Gerais (Partido Nuevo), de Claudio Castro, gobernador de Río de Janeiro, y de Rodrigo García, gobernador de San Pablo (Partido de la Social Democracia Brasileña).
Aumento de violencia política y exacerbación de la derecha
La campaña hacia el balotaje siguió en sintonía con las representaciones de violencia política que se vivieron durante la primera vuelta presidencial. En los últimos días hubo amenazas a políticos y hasta empresarios que buscan condicionar el voto de sus empleados.
El intendente de Belford Roxo, Wagner dos Santos Carneiro, sufrió amenazas cuando un comisario de la Policía Federal intentó detenerlo. Por tal motivo, desde la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro advirtieron que los intendentes de la Baixada Fluminense no harán públicos sus apoyos.
El jefe comunal brasileño también es presidente de Unión Brasil, un partido derechista que tiene entre sus máximas figuras al exjuez Sergio Moro. Pese a este historial, Wagner se pronunció a favor de la candidatura de Lula da Silva.
En el escenario político de Brasil las iglesias evangelistas juegan un rol clave. En medio de la disputa electoral, en los templos evangelistas los pedidos para votar en contra de Lula da Silva se hicieron explícitos. Por otro lado, más de 170 empresas amenazaron con despedir a empleados que no voten al actual jefe del Estado por lo que están siendo investigadas por "abuso electoral" en la justicia laboral.
Mayoría conservadora en el Congreso
El ganador de las elecciones deberá gobernar Brasil, el país más grande de América Latina, con un Congreso nacional con mayoría conservadora. Por lo que, si es elegido en el balotaje es Lula da Silva, tendrá un desafío difícil.
El espacio de Bolsonaro tendrá la mayor bancada en la Cámara de Diputados, con 96 escaños. La Cámara baja tiene 513 asientos, pero para el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula será casi imposible construir una mayoría, ya que en entre las decenas de partidos con representación, la mayoría estarán en el margen que va del centro a la extrema derecha.