Universidades: los datos desmienten a Milei sobre la inversión educativa

En los últimos días, circularon en redes sociales posteos que aseguran que Javier Milei es el presidente que más fondos destinó a las universidades públicas “en términos reales”, mientras que Sergio Massa habría sido el que más las recortó. El propio Presidente compartió esas publicaciones en su cuenta de X, dándoles aún más alcance.

Sin embargo, los números oficiales muestran otra realidad: la gestión de La Libertad Avanza registró el menor nivel de inversión real en educación superior desde 2007.

Los mensajes que Milei retuiteó incluyen un gráfico que muestra supuestos aumentos del 10% en 2024 y en los primeros meses de 2025, en contraste con una caída del 26% durante 2023 bajo la gestión de Alberto Fernández y Sergio Massa. Esa comparación se viralizó rápidamente y fue replicada por funcionarios cercanos al Gobierno.

Pero al contrastar esos datos con la ejecución presupuestaria real, las afirmaciones no se sostienen. En 2024, las transferencias a las universidades fueron de $3,3 billones, lo que implica una caída real de casi 25% respecto a 2023, lejos de cualquier crecimiento.

De acuerdo con la información de la Subsecretaría de Presupuesto y la Oficina de Presupuesto del Congreso, 2024 fue el año con menor inversión real en educación superior en casi dos décadas. Solo en 2007 se registró un nivel similar, en un contexto donde el gasto venía recuperándose tras el piso histórico de 2002.

Los años de mayor financiamiento fueron 2015, bajo el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, y 2017-2018, durante la presidencia de Mauricio Macri. En esos períodos, la inversión alcanzó niveles cercanos a $5 billones a precios actuales.

Lejos de la narrativa oficial, los primeros ocho meses de este año tampoco muestran mejoras: las partidas destinadas a universidades cayeron 5,7% frente a igual período de 2024 y más de 30% en comparación con 2023. Es decir, no hubo aumentos del 10% como sugieren los gráficos difundidos.

Organizaciones como la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) alertaron que el presupuesto universitario actual es el más bajo en casi veinte años y que la inversión por estudiante retrocedió a niveles de 2005. Esto impacta directamente en el funcionamiento cotidiano de las instituciones y en su capacidad de garantizar educación pública y gratuita de calidad.

El cálculo debe hacerse sobre el gasto anual efectivamente devengado —no sobre proyecciones— y ajustado por inflación tomando el promedio anual del IPC, y no solo la comparación “punta a punta” entre diciembre de un año y el siguiente. Esta es la metodología que permite reflejar con precisión cómo se ejecutan los fondos a lo largo del año.

Mientras el Gobierno insiste en que su gestión es la que más recursos destinó a las universidades, los datos oficiales muestran lo contrario. La caída en la inversión educativa se suma a un contexto de ajuste fiscal generalizado y genera preocupación en la comunidad académica, que ya advierte sobre dificultades para sostener actividades básicas.

En definitiva, lo que circula en redes sociales y fue amplificado por el propio Milei es desinformación. Lejos de ser el presidente que más dinero giró a las universidades, su gestión es, en términos reales, la que menos invirtió desde 2007.