Según el mayor general Tahsin al-Khafaji, portavoz del Comando de Operaciones Conjuntas de Irak, el terrorista entró al mercado de ropa Tayarán, dijo que se sentía mal y esperó que una multitud estuviera a su alrededor para activar el primer explosivo. Poco después, una segunda persona detonó un dispositivo similar en la misma zona.

El ataque dejó 32 muertos y 110 heridos, aunque el Mayor general aseguró que hay muchas víctimas en estado crítico y el número de muertos podría aumentar. 

El mercado está ubicado en el distrito comercial de Bab al-Sharqui en el centro de la ciudad de Bagdad. Las fuerzas de seguridad iraquíes ya bloquearon las carreteras principales de la zona para evitar nuevos posibles ataques.

Aunque ningún grupo terrorista haya tomado crédito por el ataque, recuerda al modus operandi del grupo yihadista Estado Islámico (EI) que ocupó un tercio de Irak en el 2014 y estuvo activo hasta 2017, cuando las autoridades anunciaron que habían retomado el control sobre la totalidad del territorio.