Un incendio de grandes proporciones destruyó en la noche del jueves el archivo histórico de la Cinemateca de San Pablo, ubicado en el barrio de Vila Leopoldina y que albergaba miles de películas, cintas y equipamientos, sobre todos los sectores dedicados a las décadas de 1920 y 1940. Según los bomberos, el incendio ocurrió durante el trabajo de una empresa tercerizada para mantener el aire acondicionado. 

La Cinemateca es el mayor archivo de imágenes en movimiento de Sudamérica y depende de la Secretaría de Cultura del gobierno del presidente Jair Bolsonaro, quien fue acusado de haber abandonado la institución por falta de presupuesto. El Ministerio Público Federal de San Pablo había advertido en una audiencia del 20 de julio pasado, que la falta de mantenimiento podría provocar incendios en los filmes. "Fue una tragedia anunciada", dijo el secretario de Cultura de San Pablo Sergio Sá Leitao, exministro de Cultura del gobierno de Michel Temer.

Repercusiones del incendio

El incendio fue "una tragedia anunciada", dijo el crítico cinematográfico Lauro Escorel al canal de noticias Globonews. El cineasta Kléber Mendonça -realizador de las brillantes películas Aquarius y Bacurau- había denunciado en una entrevista durante el Festival de Cannes el "sabotaje del sistema de apoyo a la cultura" y en particular la situación de la Cinemateca. "Del cierre de la Cinemateca, no sé ni cómo hablar de ello. Es como si Brasil no tuviera álbum de familia. No es solo un depósito, es un lugar vivo, con la memoria del país", afirmó el director.

El estado de San Pablo, Brasil entrará este sábado en "fase roja", donde sólo se permitirán actividades esenciales, principalmente en las áreas de salud, alimentación y transporte público. También fueron calificadas como esenciales las escuelas y las iglesias. La medida es para evitar el aumento de casos y muertes por coronavirus. El cierre incluirá comercios, bares, restaurantes y toda actividad recreativa, además de un toque de queda nocturno de 20 a 5 para evitar el colapso del sistema sanitario.

“Estamos al borde del colapso sanitario tanto en San Pablo como en Brasil, necesitamos coordinación nacional, algo que no hace el gobierno federal”, afirmó el gobernador João Doria, apuntando contra la administración de Jair Bolsonaro sobre la crisis sanitaria. En el estado de San Pablo viven alrededor de 46 millones de personas, una población similar a la de toda Argentina. Según cifras oficiales, hasta el momento murieron 60.831 personas y hay más de 2.068.616 casos positivos.