Amalia Granata arremetió contra las personas trans: cómo vive esta población en Argentina
En un programa del prime time de la televisión argentina, la modelo, diputada provincial de Santa Fe y activista contra el aborto legal, seguro y gratuito, Amalia Granata, arremetió contra los derechos conquistados por las personas trans y las políticas públicas que desarrolla el Estado para esta población.
El tema en cuestión giraba en torno a la salud pública y el acceso gratuito a los tratamientos de hormonización: "Hay chicos que no comen, que están en la pobreza absoluta, hay prioridades", señaló la diputada y agregó que "los trans tienen privilegios".
“¿Qué derechos quieren ampliar? Si ante la ley, el hombre y la mujer somos iguales. Es decir, ¿por ser mujer quieren tener otro privilegio y otro derecho que un hombre no tenga? ¿O por ser trans tener un privilegio?”, cuestionó la legisladora.
Granata afirmó sus dichos y desconoció los números y estadísticas que año tras año demuestran la vulnerabilidad de este colectivo, que lejos está de alcanzar una igualdad de derechos, mucho menos de gozar de privilegios.
Transfemicidios y expectativa de vida
Según las últimas estadísticas publicadas, la expectativa de vida de las personas trans no supera los 40 años. La discriminación, la informalidad laboral, la deserción escolar, la exclusión social y la violencia transfemicida atentan sistemáticamente para que este número no aumente con el pasar de los años. La situación de vulnerabilidad es total. En lo que va de 2022, se cometieron 2 travesticidios, según el observatorio de La Casa del Encuentro, figura legal que fue considerada a partir del fallo histórico en 2018, en el juicio por el asesinato de Diana Sacayán.
Aun así, la precisión sobre los datos respecto al colectivo travesti-trans en el país se hace difícil, ya que no hay datos oficiales de cuántas personas trans viven en Argentina, señaló el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). De todas maneras, se sabe que 9 mil hicieron el cambio de DNI.
Exclusión y desempleo
El último relevamiento a nivel nacional fue hecho en 2014 por la Fundación Huésped en conjunto con la Asociación Travesti Transexuales Transgéneros Argentinas y es utilizado como base de estudio por entidades como el INADI y el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC). Al momento del estudio, la realidad era otra: no había ley de cupo laboral y la Ley de Identidad de Género era aun muy incipiente.
El informe fue realizado en base a las respuestas de 498 personas trans que habitaban en distintas regiones del país. El resultado mostró que el 66,2% de las personas mayores de edad no habían terminado la secundaria y la mitad de las participantes menores de 18 años la habían abandonado. Los índices de discriminación que podrían haber desalentado la continuación de sus estudios: 7 de cada 10 mujeres trans fueron discriminadas por sus compañeros de clase y 4 de cada 10 habían sido discriminadas por directivos y docentes.
Además, según el informe La revolución de las mariposas y lo que señala el CELS, solo el 9% de la población travesti y trans está inserto en el mercado formal de trabajo, y un alto porcentaje nunca accedió a una entrevista laboral.