Accidente en el Colegio Guadalupe: Lucas, de 16 años, sigue en estado reservado
El accidente en el Colegio Guadalupe, ubicado en Palermo, sigue generando conmoción. Este jueves, nuevos datos confirman la gravedad del caso y dan más luz sobre lo que sucedió durante el experimento de química que dejó cinco estudiantes heridos, uno de ellos en estado grave.
Lucas Castillo, de 16 años y alumno de cuarto año, es el estudiante más afectado. Según informaron esta mañana desde el Hospital Gutiérrez, su estado es reservado. Se encontraba en la primera fila durante el experimento cuando una llama alcanzó su cuerpo, provocándole quemaduras de pies a cabeza. La directora del hospital, aunque no quiso hablar en cámara, confirmó que Lucas está siendo monitoreado minuto a minuto por un equipo médico especializado.
Lo que en principio parecía una actividad escolar habitual terminó en tragedia. El experimento buscaba demostrar cómo el fuego cambia de color al usar algodón y otras sustancias. Sin embargo, según se supo, uno de los estudiantes tenía alcohol en su ropa —posiblemente por un derrame accidental— y cuando el algodón encendido se acercó, se desató una llamarada que alcanzó a varios chicos.
En el momento del accidente, varios profesores actuaron de inmediato para socorrer a los estudiantes. “No es cierto que no había docentes presentes. Todos corrieron a ayudar, fue una situación desesperante”, relató una madre testigo de la escena, quien también desmintió rumores sobre falta de matafuegos: “Sí, hay matafuegos en el colegio. Yo los vi”.
A pesar de que el hecho se volvió de conocimiento público, la comunicación por parte del colegio ha sido escasa. Los medios de comunicación han intentado obtener una versión oficial más precisa, pero hasta ahora solo hubo un comunicado general donde se expresó apoyo a las familias, sin detalles sobre lo sucedido.
Esto ha generado malestar entre algunos padres. “La escuela tiene que dar explicaciones primero a su comunidad. Y si hay datos circulando que no son verdaderos, es la institución la que debe salir a aclararlo”, expresó una madre esta mañana frente al colegio.
Durante la cobertura del hecho, periodistas fueron increpados por algunos familiares que consideraron invasiva la presencia de cámaras. Sin embargo, otros padres se acercaron por voluntad propia a contar lo que sabían y a exigir que se aclare lo ocurrido.
Este hecho reaviva el debate sobre los protocolos de seguridad en las escuelas, especialmente durante actividades prácticas en materias como química. Aunque algunos sostienen que el colegio cuenta con los elementos necesarios (matafuegos, supervisión, primeros auxilios), lo cierto es que algo falló.
La falta de claridad en la información brindada hasta ahora impide saber si el experimento estaba aprobado, si se seguían las medidas adecuadas o si fue un descuido puntual. Por el momento, ninguna autoridad educativa ni del Ministerio se pronunció al respecto.
Hoy, la principal preocupación es la salud de Lucas Castillo. Su familia se encuentra acompañándolo en el hospital, mientras toda la comunidad educativa espera noticias alentadoras. Otros dos estudiantes que habían resultado heridos ya fueron dados de alta o se encuentran fuera de peligro.
Desde el hospital informaron que el adolescente permanece estable, aunque las quemaduras son graves. Se le está aplicando un tratamiento integral que incluye atención respiratoria, manejo del dolor y control de infecciones.