Excusas y ausencias: el Gobierno de Milei elude la interpelación en Diputados
El Gobierno de Javier Milei continúa esquivando las incomodidades de la oposición en el Congreso. Este miércoles, tres figuras clave de su gabinete, incluyendo a su hermana, Karina Milei, y a los ministros Luis Caputo (Economía) y Mario Lugones (Salud), decidieron no asistir a la interpelación citada en la Cámara de Diputados. El motivo oficial con el que argumentaron su ausencia fue: compromisos de agenda y misiones oficiales que, según los registros, no parecen justificar la falta.
En una maniobra que no sorprende a la oposición, Karina Milei y Luis Caputo, a pesar de regresar de Washington en el avión presidencial, enviaron cartas a la Secretaría Parlamentaria para justificar su falta de presencia en la sesión. Karina, en particular, alegó compromisos previos, a pesar de que se encontraba en Buenos Aires poco después de aterrizar en el país. Caputo, por su parte, se excusó por su participación en una misión oficial, también argumentando “cuestiones de agenda”.
La interpelación, que iba a abordarse desde las 14 horas, tenía como eje dos temas incómodos para el gobierno: por un lado, las sospechas de corrupción en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), que involucran a Lugones, y por el otro, las dudas sobre el rescate financiero que Luis Caputo orquestó con el gobierno de Donald Trump, que ahora parece condicionado a los resultados de las próximas elecciones legislativas.
El silencio de los ministros no solo evadió la interpelación, sino que dejó claro que, a pesar de la presión, el Ejecutivo sigue resistiéndose a rendir cuentas ante el Congreso. Mientras la oposición critica la “falta de coraje” para enfrentar las preguntas incómodas, algunos ya plantean la posibilidad de fijar una nueva fecha para las interpelaciones, aunque con pocas esperanzas de que estos funcionarios cambien su postura.
Además de los faltazos, la situación también destaca la falta de transparencia y disposición por parte del gobierno, que parece priorizar su agenda externa e interna antes que el compromiso con la rendición de cuentas. A medida que la situación se prolonga, la tensión entre el Poder Ejecutivo y el Congreso continúa creciendo, lo que podría tener consecuencias electorales para el oficialismo si la ciudadanía percibe que hay una falta de compromiso con los temas más sensibles. En paralelo, la oposición no baja los brazos y continúa presionando por explicaciones.