Empezó el Mundial femenino: las políticas igualitarias de los países en donde se juega
El Mundial Femenino FIFA 2023 inauguró su novena edición con doble sede en Australia y Nueva Zelanda. En este marco, la FIFA declaró que además de fomentar la unión entre países a través del deporte, la competencia hará foco en causas sociales como la lucha contra la violencia de género, terminar con el hambre en el mundo y buscar la inclusión e igualdad de derechos y oportunidades.
Visibilizar causas sociales
Con el lema "El fútbol une el mundo", la Federación Internacional de Fútbol aplicará una mirada en cada país participante y repasará sus logros sociales en cuestión de derechos igualitarios.
El compromiso de la FIFA con este objetivo se hizo presente desde que acordó un convenio de políticas inclusivas con la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En el contexto de los 64 partidos de la Copa se explicarán temáticas relacionadas con igualdad, educación, paz, lucha contra el hambre y violencia de género.
En cada partido, se llevarán adelante distintas acciones que muestren causas sobre derechos humanos vinculadas a los seleccionados que se enfrenten. Además, la FIFA confirmó que cada tema fue elegido por mayoría en una consulta hecha a las jugadoras de las 32 selecciones participantes del torneo.
Derechos en la cancha
De esta manera, las capitanas elegirán los mensajes que portarán en sus cintas acerca de consignas sociales como derechos a la identidad de género y campañas a favor de legalizar el aborto en países donde está prohibido.
En esta línea se destacó la creación de ocho logos que se incluirán en las banderas de ingreso y también en los brazaletes de las jugadoras: "Unidos por la igualdad de género" y "Unidos para terminar con la violencia contra las mujeres", en asociación con ONU Mujeres; "Unidos por la inclusión" y "Unidos por los pueblos indígenas", en relación con el sitio de Derechos Humanos de la ONU.
A estos se agregaron: "Unidos por la paz", en sociedad con la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR); "Unidos para erradicar el hambre", en relación con el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA); "Unidos por la educación para todos." en asociación con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y "El fútbol es alegría, paz, amor, esperanza y pasión", en asociación con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Australia y Nueva Zelanda
Por su parte, tanto Australia como Nueva Zelanda llevan a cabo una política de igualdad con ciertos hitos históricos que marcaron avances para las mujeres y distintas minorías.
En 1902, Australia se convirtió en uno de los primeros países en el mundo en otorgar el derecho al voto a las mujeres. Desde entonces, implementó diversas políticas para abordar la brecha de género en el ámbito laboral y promover la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral.
En 1969, estableció la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EOC) para abordar la discriminación en el empleo basada en el género.
A lo largo de las décadas, Australia trabajó para mejorar los derechos y el bienestar de los pueblos indígenas. En 1967, se llevó a cabo un referéndum que resultó en la inclusión de los pueblos indígenas en el censo y otorgó al gobierno federal más poderes para legislar en asuntos indígenas.
Además, en 2008, se emitió una disculpa oficial a los pueblos originarios por las políticas pasadas que les habían causado sufrimiento y desventaja.
Respecto al colectivo LGTBQ+, en 2017 Australia llevó a cabo un histórico referéndum en el que se preguntó a la población si apoyaban el matrimonio entre personas del mismo sexo. La votación resultó en un claro apoyo a la legalización del matrimonio igualitario, y en diciembre de 2017, el Parlamento australiano aprobó una ley para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Por otro lado Nueva Zelanda se convirtió en el primer país de la región Asia-Pacífico en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, en 2013. Esta legislación permitió que parejas del mismo sexo se casaran legalmente y disfrutaran de los mismos derechos y protecciones que las parejas heterosexuales.
Además, el país neocelandés encaró medidas para reconocer y proteger los derechos de los pueblos indígenas, conocidos como maoríes. Esto incluye acuerdos de reclamación de tierras y recursos, así como políticas de promoción de la cultura maorí y su idioma, el te reo Māori, en las instituciones y en la sociedad en general.
Con información de Télam.