A veces los apellidos de la farándula argentina pesan más de lo que ayudan en el mundo del espectáculo. Pero Sofía Pachano aprendió a encontrar su propia identidad y separarse del estilo de su papá, Aníbal. La actriz e influencer admite que este proceso no fue fácil y que hizo falta una tarea de autodescubrimiento para entender cuál era su verdadera pasión: la cocina.
Las redes se vuelven loca por la vida de Sofía; con casi 500 mil seguidores en Twitter y 710 mil seguidores en Instagram, sus fans aman el estilo auténtico y fresco que muestra en su universo digital. "Todo fue una construcción de mostrar en las redes lo más natural posible y mostrar lo que a mí me gusta hacer, que es comer rico, tomar rico y viajar", dijo la artista.
Si bien su comienzo en la vida pública fue como participante en Bailando 2010 en Showmatch, admitió que no fue algo que disfrutó ya que no le gusta sumarse a todo el complejo mundo de los rumores y escándalos propio de la parte más controversial del programa. Sofía se reconoce como una justiciera y que no puede callarse cuando siente que algo es injusto, algo que producía una combustión perfecta en las provocaciones de los jurados para con los bailarines.
"Era chiquita en ese momento. Mi papá estaba, me lo ofrecieron, mi papá me dijo que lo tenía que hacer, yo tenía 20 años. Y dije 'sí obvio', porque también tenía que ver con la danza. Se abrió la puerta de un laburo más popular. Lo acepté porque estaba bueno y me di cuenta que no me gustaba la parte de los escándalos, pero sí del show", dijo.
Una vez lejos de toda la parafernalia de Showmatch, Sofía entró en el camino de descubrirse como artista con impronta propia. Cuando comenzó su programa de viajes en la plataforma de Tastemade, lo hizo junto a Osvaldo Gross, director de Pastelería en el Instituto Argentino de Gastronomía. "Con eso terminé haciendo una carrera que culminó en Master Chef", contó.
Sofía definió que ese "click" sobre su pasión fue un proceso importante porque ya tenía un perfil dentro de los medios de comunicación. Pero comenzó a dedicarse a la cocina con paso seguro, pensando en que como artista tenía la capacidad de rendir también con el corazón en la manga.
"El click fue tener la seguridad y la tranquilidad de que el trabajo no va a faltar. Esa parte es de mi mamá; mi papá es todo lo contrario. Mi mamá decía: 'Va a llegar. Tu trabajo es bueno y vos sos decidida".
El mundo del escándalo también la siguió en su recorrido como influencer mediática de la cocina. Aunque se intente mantener alejada de la negatividad inherente de las redes, reconoce que no se puede callar y necesita pregonar la concientización del uso de las plataformas. "Mi novio me dice que no lea, pero a mi me parece que no está bueno naturalizar la violencia en redes, porque eso sucede. Sobre todo también el tema en estos espacios y pensar porqué depositamos esa bronca en un otro", reflexionó la actriz.
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