Un estudio publicado en la revista de medicina Scientific Reports comprobó que el uso frecuente del GPS y Google Maps comenzó a tener un efecto detrimental en la capacidad de retención de datos y sentido de orientación de sus usuarios.
Los investigadores señalan que la navegación tradicional con indicaciones paso a paso ayuda la capacidad del aprendizaje espacial y al estímulo de la parte del cerebro llamada hipocampo, la cual regula la respuesta ante estímulos externos, la emoción, la capacidad de aprendizaje, la memoria episódica y la memoria espacial. Con el uso de los mapas de navegación digital, el cerebro deja de buscar caminos y de mapear en el abstracto, lo que trae como consecuencia un rápido deterioro de sus funciones.
Sin embargo, los científicos reconocen que la tecnología es una forma eficaz de navegación y que juega una parte importante de la vida cotidiana pero que es importante que participemos activamente en el mundo que nos rodea. "Si simplemente repensamos en la manera en que interactuamos con la navegación a través del GPS, podemos hacer que los usuarios establezcan un modo propio de navegación espacial que los puede llevar a un mejor entendimiento del ambiente del que exploran", dicen en el abstracto del estudio sobre los efectos del GPS.