Caputo promete “vender hasta el último dólar” mientras los mercados no acompañan
Luis Caputo salió a escena para llevar calma en medio de la tormenta. En una entrevista en el streaming "Carajo", el ministro de Economía afirmó que el Gobierno “venderá hasta el último dólar en el techo de la banda”, en referencia al esquema pactado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). “Hay suficientes dólares para todos”, prometió, intentando despejar dudas sobre el futuro cambiario.
Pero sus declaraciones se produjeron en un contexto adverso. Mientras defendía la solidez del programa económico, los mercados lo desmentían en tiempo real: los bonos argentinos cayeron hasta 14%, el riesgo país superó los 1.400 puntos básicos y el dólar blue cerró en $1.515, consolidando un nivel récord. El Banco Central, además, debió desprenderse de reservas para sostener al tipo de cambio oficial en $1.490.
Con un tono desafiante, Caputo insistió en que la economía argentina está más sólida que nunca: superávit fiscal y comercial, un Banco Central capitalizado y una inflación que, según él, “sigue controlada”. Sin embargo, el contraste con lo que ocurre en la calle y en los mercados es cada vez más notorio.
Las palabras del ministro llegaron en paralelo a una nueva derrota parlamentaria. La oposición en Diputados volteó los vetos presidenciales a la emergencia pediátrica y al financiamiento universitario, con el apoyo de miles de manifestantes en la Marcha Federal Universitaria. Sumado a esto, el Senado rechazó el veto de Milei a la ley que restituye los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) para las provincias, con un resultado abrumador: 58 votos contra 9.
La Casa Rosada reaccionó con nerviosismo y bronca. Javier Milei, desde su cuenta de X, apuntó contra todos los legisladores que lo enfrentaron, incluidos los del PRO. “En el Partido del Estado tenés a los kukas y a los antikukas que votan igual que los kukas”, disparó.
En este escenario, las declaraciones de Caputo suenan a un intento desesperado por retener la confianza de inversores y ciudadanos. Pero la pregunta central persiste: ¿puede el Gobierno sostener la estrategia de “vender hasta el último dólar” sin poner en riesgo las reservas en un año de alta inestabilidad política?
Caputo insiste en que el programa es sólido y que no habrá marcha atrás en el compromiso con el FMI. Sin embargo, el Gobierno enfrenta un doble frente: un mercado que castiga y una oposición que encuentra mayorías amplias en el Congreso.
El ministro asegura que el “dólar actual es competitivo” y que no hay razones para un salto cambiario. Pero mientras tanto, los argentinos ven cómo la divisa paralela ya supera los $1.500 y los bonos se desploman. El contraste entre el discurso oficial y la realidad es cada vez más difícil de ocultar.
El Gobierno busca transmitir que tiene el control, pero el mercado y la política parecen decir lo contrario. Y en el medio, la incertidumbre de la gente, que ve cómo cada jornada se convierte en una pulseada entre promesas y hechos.