El presidente de Colombia, Iván Duque, informó este miércoles que no descarta decretar el "estado de conmoción interior" para buscar ponerle fin a la serie de manifestaciones que se dan en contra de la Reforma Tributaria que busca imponer el gobierno. “Uno como jefe de Estado no puede renunciar a ninguna de las herramientas que le dan la Constitución, que es la que reglamenta el estado de conmoción interior, tiene herramientas taxativas que se pueden emplear", señaló el mandatario en conferencia de prensa.
"Han sido usadas en muy pocas ocasiones. A la pregunta si se renuncia a esta herramienta, ni a esa ni a ninguna otra herramienta constitucional”, agregó Duque.
La afirmación del jefe de Estado colombiano surgió luego del pedido de varios miembros de su partido, el Centro Democrático (CD), de recurrir a esta última herramienta para combatir lo que ellos interpretan como "acciones criminales".
La Constitución Política de Colombia, en su artículo 213, le permite al jefe de Estado acudir a la conmoción interior, “en caso de grave perturbación del orden público que atente de manera inminente contra la estabilidad institucional, la seguridad del Estado, o la convivencia ciudadana, y que no pueda ser conjurada mediante el uso de las atribuciones ordinarias de las autoridades de Policía”.
Entre las facultades extraordinarias en este periodo hasta que "se devuelva el orden", el mandatario puede restringir las manifestaciones sociales, tomar el control de algunos medios de comunicación y medidas "excepcionales". Además, las autoridades podrían ordenar la detención de ciudadanos sobre los cuales haya indicios de la comisión de varios delitos.
La habilitación de esta declaración se tiene que dar con la firma de todos los ministros de la jefatura de Gabinete y será por un término "no mayor de noventa días, prorrogable hasta por dos períodos iguales, el segundo de los cuales requiere concepto previo y favorable del Senado de la República".
Las protestas comenzaron el pasado miércoles de manera pacífica en las principales ciudades del país, sin embargo hechos de vandalismo y desmanes en lugares como Cali, Ibagué, Medellín y Bogotá aumentaron la tensión social.
Los manifestantes rechazan una reforma impositiva propuesta por el gobierno que busca recaudar cerca de 6.300 millones de dólares, equivalente a un 2% del PIB.