Qué sería de nosotros sin Los Simpson: feliz cumple, Matt
El estadounidense Matt Groening no se imaginaba que terminaría siendo uno de los artistas más influyentes de la cultura pop del siglo XXI. Aunque había comenzado a dibujar desde muy chico, su concentración estaba en una carrera que le apasionaba: el periodismo. Mientras buscaba trabajo en su rubro, Groening comenzó casualmente a enviarle dibujos a sus amigos y familia, como una manera de ilustrar las anécdotas de su vida.
Estos "dibujitos" se terminaron convirtiendo en una serie llamada Life in Hell, una tira cómica que inspiró la dinámica que Groening perfeccionó en Los Simpsons. Cuando la familia amarilla alcanzó popularidad meteórica -que estaba más cerca de ser una comedia de humor ácido al principio-, el canal Fox intentó todo lo que tenía en su repertorio para poder asegurarse de mantenterla en el canal.
A medida que pasó el tiempo, Matt le perdió un poco el gusto a Los Simpsons; la serie ya tenía un ritmo propio, los artistas internacionales rogaban hacer cameos en episodios dedicados e inclusive algunos crossovers fueron aprobados sin su consentimiento. Para no tener que responderle más a nadie, comenzó con Futurama (1999) donde pudo recuperar el humor más adulto y sarcástico que pudo expresar gracias a la angustia de un futuro ecléctico y perdido que se vive a través de los ojos de un protagonista nacido en este siglo.
Cuando en el 2009 la serie fue cancelada, Groening volvió a sentir la claustrofobia de lo corporativo de Los Simpsons; no pasó mucho tiempo cuando Netflix le pidió Disenchantment, la saga animada que comenzó en el 2018 y que continúa con el gusto satírico que Matt tanto necesita en sus obras.
"Vivir creativamente es algo muy importante de mantener durante toda tu vida. Y vivir creativamente no sólo significa creatividad artística (aunque sea parte de ello). Significa en ser uno mismo, no sólo responder por los deseos de las demás personas".
El estadounidense Matt Groening no se imaginaba que terminaría siendo uno de los artistas más influyentes de la cultura pop del siglo XXI. Aunque había comenzado a dibujar desde muy chico, su concentración estaba en una carrera que le apasionaba: el periodismo. Mientras buscaba trabajo en su rubro, Groening comenzó casualmente a enviarle dibujos a sus amigos y familia, como una manera de ilustrar las anécdotas de su vida.
Estos "dibujitos" se terminaron convirtiendo en una serie llamada Life in Hell, una tira cómica que inspiró la dinámica que Groening perfeccionó en Los Simpsons. Cuando la familia amarilla alcanzó popularidad meteórica -que estaba más cerca de ser una comedia de humor ácido al principio-, el canal Fox intentó todo lo que tenía en su repertorio para poder asegurarse de mantenterla en el canal.
A medida que pasó el tiempo, Matt le perdió un poco el gusto a Los Simpsons; la serie ya tenía un ritmo propio, los artistas internacionales rogaban hacer cameos en episodios dedicados e inclusive algunos crossovers fueron aprobados sin su consentimiento. Para no tener que responderle más a nadie, comenzó con Futurama (1999) donde pudo recuperar el humor más adulto y sarcástico que pudo expresar gracias a la angustia de un futuro ecléctico y perdido que se vive a través de los ojos de un protagonista nacido en este siglo.
Cuando en el 2009 la serie fue cancelada, Groening volvió a sentir la claustrofobia de lo corporativo de Los Simpsons; no pasó mucho tiempo cuando Netflix le pidió Disenchantment, la saga animada que comenzó en el 2018 y que continúa con el gusto satírico que Matt tanto necesita en sus obras.
"Vivir creativamente es algo muy importante de mantener durante toda tu vida. Y vivir creativamente no sólo significa creatividad artística (aunque sea parte de ello). Significa en ser uno mismo, no sólo responder por los deseos de las demás personas".