Tragedia en Indonesia: al menos 125 muertos y 300 heridos en una cancha de fútbol

125 personas fallecieron y más de 300 resultaron heridas luego de que la policía reprimiera una invasión al campo de juego al término del encuentro del Arema FC y el Persebaya Surabaya. Según testigos, la estampida de la multitud hacia las salidas ocasionó asfixias y aplastamientos.

Al menos 125 personas fallecieron y más de 300 resultaron heridas durante los disturbios reprimidos por las fuerzas de seguridad en el estadio de Kanjuruhan, en Indonesia, al término de un partido de fútbol entre el Arema FC y el Persebaya Surabaya que presenciaban 40 mil personas..

La conmoción originada el sábado por la noche en la región javanesa de Malang se esparció por el mundo entero ante lo que se considera la mayor tragedia acontecida en un estadio de fútbol. Según información difundida por las autoridades, entre las víctimas fatales se contabilizaron 17 niños de entre 12 y 17 años.

"El balance es por el momento de 125 muertos. 124 cuerpos fueron identificados, falta por identificar uno. Algunos nombres fueron registrados dos veces", indicó en declaraciones a la televisión el vicegobernador de la provincia, Emil Dardak.

Los incidentes iniciaron al término del encuentro que el equipo local perdió 3 a 2, lo que originó la invasión del campo de juego por parte de los hinchas. Ante esa situación, la policía intentó dispersar el tumulto usando gases lacrimógenos, lo que provocó una estampida hacia las salidas, donde muchas personas quedaron atrapadas.

Testimonio del entrenador del equipo local

El entrenador chileno Javier Roca estuvo presente en el estadio del Arema FC, equipo al que dirige en la actualidad. En diálogo con IP Noticias, relató cómo vivió los sucesos que terminaron en tragedia. Al igual que otros testimonios difundidos, el director técnico cuestionó el accionar policial.

 

 

"El partido se dio de forma normal, como un clásico, a estadio lleno con 40 mil personas. Como equipo local perdimos el partido 3 a 2, y la genté entró a la cancha, que es algo normal en Indonesia, se da frecuentemente. Aquí la relación entre jugadores e hinchas es cercana, por asuntos de religión algunos van a la misma mezquita a rezar; entonces no es una relación de odio ni amor, es normal, de amigos", explicó.

Y desarrolló: "Después de la conferencia de prensa, a los 30 minutos, voy caminando de vuelta hacia el vestuario y empiezo a sentir picazón en la garganta y los ojos. Me di cuenta de que la cosa estaba complicada afuera de la cancha, porque ese es un síntoma de las bombas lacrimógenas."

A continuación, detalló: En el camarín había 25 personas que estaban siendo socorridas por nuestro departamento médico y por mis propios jugadores. Les daban aire con toallas, les mojaban la cabeza y les daban agua. De esas personas, delante mío y en los brazos de mis jugadores, fallecieron cuatro. Me da la impresión de que la gente que murió, fue por asfixia".

Por último, remarcó que hubo un exceso en los intentos de dispersión por parte de las fuerzas de seguridad: "En la fecha anterior de nuestro rival de este domingo pasó lo mismo: perdieron su partido de local, la hinchada ingresó, quemó los carteles de alrededor de la cancha, hicieron desmanes, pero en ningín momento hubo gas lacrimógeno, y por eso no se registró ninguna víctima fatal", sostuvo.

La investigación

Según informó el medio local Suryamalang el inspector general jefe de la Policía de Java Oriental, Nico Afinta, señaló los guardias de seguridad tomaron medidas preventivas y de distracción para que "el caos no escalara", lo que incluyó el uso de gases lacrimógenos.

El día después de los incidentes, el presidente indonesio Joko Widodo ordenó revisar la seguridad en los estadios tras la tragedia. "Pido a las fuerzas de seguridad, y muy especialmente a la Jefatura de Policía, que investiguen inmediatamente lo que ha ocurrido", dijo.

Asimismo, el mandatario dio orden de suspender todos los partidos de la liga nacional hasta el esclarecimiento del hecho. También encomendó al ministro de Deporte y Juventud, la policía nacional y la asociación local de fútbol "realizar una evaluación a fondo de los partidos de fútbol y los procedimientos de seguridad".

La Federación de Fútbol de Indonesia (PSSI) había señalado anteriormente que "lamenta las acciones de los fanáticos" y dio cuenta que se constituyó un equipo de investigación en la ciudad de Malang donde está el estadio