Europa se mantiene en alerta por un posible "desastre nuclear"

Autoridades y expertos en seguridad nuclear advirtieron sobre posibles accidentes radiactivos por ataques a centrales nucleares en Ucrania. En Finlandia se agotaron las tabletas de yodo, recomendadas por autoridades sanitarias por prevención.

La preocupación internacional por una posible crisis nuclear en Europa crece ante las advertencias de problemas en la centrales nucleares ucranianas afectadas por bombardeos en el marco de la guerra contra Rusia.

En ese marco, la posibilidad de futuros accidentes radiactivos llevó a que las autoridades sanitarias de países cercanos recomendaran a las poblaciones tomar medidas de prevención y protección.

El último incidente reportado fue una pérdida del suministro eléctrico externo de la central nuclear de Zaporiyia, ocupada por fuerzas rusas desde marzo. Según las autoridades, las hostilidades en las inmediaciones de esa sede podrían llevar a fugas radiactivas con efectos hacia todo el continente.

El jefe de inspectores nucleares de la ONU, Rafael Grossi, señaló que lo sucedido "refleja cuán precaria es la situación". El directivo se reunió especialmente con el presidente ruso Vladimir Putin para tratar la situación, en su calidad de director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

"He sido informado por nuestro equipo en el terreno que el suministro eléctrico externo para la planta de Zaporiyia ha sido restaurado. El Operador de la planta dice que el apagón de esta mañana fue causado por un bombardeo que dañó una subestación eléctrica lejana, lo que refleja cuán precaria es la situación. Necesitamos una zona de protección lo más pronto posible", escribió Rossi en su cuenta de Twitter.

En rigor, y según advirtió ese organismo dependiente de Naciones Unidas, el desastre podría ocurrir por la explosión de un reactor a causa de un ataque directo, o bien por falta de electricidad necesaria para evitar el recalentamiento del combustible nuclear en su interior.

Los seis reactores de Zaporiyia se detuvieron meses atrás con el inicio de la guerra. Pero aún requieren electricidad para evitar el sobrecalentamiento que llevaría a un accidente.

Versiones de los países

Desde julio, Rusia acusa a Ucrania de atacar con misiles y cohetes la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa. Ucrania niega las acusaciones y afirma que es Rusia la que bombardea la central que ocupa hace siete meses.

El ente que opera las centrales nucleares ucranianas, Energoatom, aseguró en un comunicado que "lanzamientos de misiles por parte de tropas rusas" habían dañado una subestación eléctrica y causado la desconexión de la única línea de electricidad externa que alimentaba la central.

A eso agregó que tropas rusas bloquearon el suministro de generadores diésel con el que la planta se abastece energéticamente.

"Los bombardeos rusos y los daños a la infraestructura energética asociados con el funcionamiento de las centrales nucleares son la misma manifestación de terrorismo nuclear que el bombardeo directo de la (planta de Zaporiyia) y también podría conducir a las mismas consecuencias y amenazas de accidentes por radiación", informó la compañía.

Horas después de esa advertencia, autoridades prorrusas de la porción de Zaporiyia anexada por Rusia dijeron que el "apagón" había sido provocado por un misil lanzado por fuerzas ucranianas. En cuanto al suministro eléctrico, aseguraron que fue reanudado gracias a los generadores diésel.

"Por ahora la central no corre peligro, funciona, aunque está en modo de parada fría, es decir, no da electricidad a la red, pero funciona para satisfacer sus necesidades. Para ello dispone de los medios necesarios: generadores diésel, combustible, personal", dijo al canal ruso Rossia 24 Yevgueni Balitski, ucraniano y líder prorruso de las fuerzas instaladas en Zaporiyia.

Recomendaciones ante el peligro nuclear

En el marco de las advertencias para el continente, el Ministerio de Asuntos Sociales y Salud de Finlandia difundió recomendaciones de prevención para la población.

En concreto, aconsejaron a hogares con personas embarazadas y de entre cuatro y cuarenta años que almacenaran tabletas de yodo para consumo por precaución "secundaria y complementaria".

Según indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la sal de yodo previene la absorción de yodo radiactivo a través de la glándula tiroides, que puede causar cáncer o lesiones si el cuerpo está expuesto a la radiación nuclear.

Horas después, la Asociación Finlandesa de Farmacéuticos informó en un comunicado que las tabletas se terminaron "temporalmente" en todas las farmacias del país, aunque aseguró que volverán a estar disponibles "en un futuro próximo".

El consejo principal de las autoridades desde hace meses consiste en refugiarse en espacios interiores, dado que es "la manera más efectiva de reducir la exposición a la radiación".