Una explosión en un colegio de Palermo dejó varios heridos
Durante la mañana del miércoles, una explosión en el Colegio Guadalupe, en el barrio porteño de Palermo, dejó varios estudiantes con quemaduras mientras realizaban un experimento de “volcán” en el marco de una actividad escolar. El hecho ocurrió en la sede de Paraguay 3925 y generó la intervención del SAME y de la Policía de la Ciudad. Según las primeras informaciones, al menos tres chicos fueron trasladados con lesiones, y distintos medios elevaron ese número a entre cuatro y cinco heridos.
El caso más grave fue el de un adolescente de 16 años que presentó quemaduras en el torso y el rostro. Otros dos alumnos, de 13 y 14 años, también fueron atendidos por lesiones similares. De acuerdo con los reportes, los heridos fueron derivados a los hospitales Gutiérrez y Fernández, mientras que una persona adulta recibió curaciones en el lugar.
De los testimonios recogidos en la puerta del colegio se desprendió que el experimento incluía el uso de alcohol y una fuente de calor. Padres y alumnos describieron escenas de corridas y ropa encendida, y señalaron que la explosión se produjo dentro de un aula durante una feria de ciencias. Un estudiante que presenció el incidente sostuvo que no hubo la suficiente previsión en el manejo de materiales inflamables.
En ese contexto, tomó notoriedad la denuncia de un alumno que remarcó la falta de equipamiento básico para emergencias en el establecimiento. “No había matafuegos”, afirmó, al cuestionar las condiciones de seguridad en el colegio al momento del accidente.
Tras el episodio, autoridades educativas informaron que trabajaban en un protocolo específico para minimizar riesgos en prácticas y ferias de ciencias, una medida que buscó ordenar el uso de sustancias y fuegos en actividades escolares. La iniciativa se conoció luego de que trascendiera el parte médico de los heridos y mientras se aguardaban peritajes para determinar responsabilidades.
El hecho se produjo pocos días después de un accidente similar en Pergamino, durante otro experimento de “volcán”, que terminó con múltiples estudiantes lesionados y encendió la discusión sobre los estándares de seguridad en demostraciones escolares. La cercanía temporal entre ambos casos reavivó el debate sobre controles, capacitación docente y disponibilidad de elementos para sofocar llamas en los establecimientos.