Uruguay se convirtió en el primer país de América Latina en aprobar una ley de eutanasia
Uruguay dio este jueves un paso histórico al aprobar en el Senado una ley que regula la eutanasia, convirtiéndose en el primer país de América Latina en reconocer legalmente el derecho a morir con asistencia médica digna. El proyecto establece condiciones específicas para quienes puedan acceder a este procedimiento, generando un intenso debate regional.
La iniciativa aprobada parte del principio de que toda persona mayor de edad, con facultades mentales conservadas, puede solicitar la eutanasia si padece una patología incurable o irreversible, acompañada de sufrimientos considerados “insoportables”. Para que se apruebe el procedimiento, la voluntad debe manifestarse por escrito en presencia de testigos y puede revocarse en cualquier momento. Además, la ley contempla mecanismos como una segunda opinión médica independiente y la posibilidad de objeción de conciencia para el personal de salud que no quiera participar.
El debate parlamentario en Uruguay giró en torno a la libertad individual frente a los riesgos de abusos o presión sobre personas vulnerables. El proyecto también obliga a quienes practican la eutanasia a informar al Ministerio de Salud Pública y respetar estrictos controles en la ejecución del proceso. Con su sanción en el Parlamento, Uruguay se posiciona como pionero en la región en materia de muerte asistida.
La sanción de esta ley relanza una discusión que en Argentina sigue siendo compleja. Aunque la Ley 26.742, conocida como ley de muerte digna, permite rechazar tratamientos médicos que alarguen artificialmente el final de la vida, la eutanasia activa y el suicidio asistido siguen siendo ilegales bajo el Código Penal argentino. En el contexto local, médicos, bioeticistas y legisladores ya debaten sobre la necesidad de una norma que regule esos casos extremos, pero enfrentan resistencias morales, religiosas y legales.