El huracán Melissa alcanza categoría 4 y pone en alerta al Caribe
El huracán Melissa alcanzó en las últimas horas la categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, con vientos sostenidos de hasta 225 kilómetros por hora, y amenaza con convertirse en un fenómeno de máxima intensidad. Su paso lento por el Caribe generó lluvias torrenciales, inundaciones y daños en varios países de la región. Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC), se espera que toque tierra en Jamaica entre el lunes y el martes, posiblemente como categoría 5.
En República Dominicana, el impacto ya se siente con fuerza en el sur y el este del país. Más de 700 viviendas resultaron afectadas y casi 4.000 personas fueron desplazadas, mientras que cuatro provincias se mantienen en alerta roja. Las lluvias provocaron deslizamientos, cortes de rutas y daños en puentes, además de interrupciones en el suministro de agua para más de medio millón de usuarios. El gobierno dispuso albergues y asistencia alimentaria, mientras el presidente Luis Abinader destacó la coordinación de los organismos de emergencia.
Haití también sufre consecuencias graves, con al menos tres personas fallecidas por deslizamientos de tierra. En Jamaica, donde se esperan lluvias acumuladas de hasta 1.000 milímetros, las autoridades activaron refugios para más de 800.000 personas y mantienen una vigilancia extrema por el riesgo de inundaciones y vientos destructivos. Cuba y las Bahamas podrían ser las siguientes en sentir los efectos del ciclón, con lluvias intensas hacia mediados de semana.
El huracán Melissa es el decimotercer ciclón de la temporada 2025, que según la NOAA podría registrar entre 14 y 21 tormentas. Los especialistas advierten que la lentitud de su desplazamiento agrava las consecuencias, ya que permite que se acumulen enormes cantidades de agua en poco tiempo.
Organizaciones ambientalistas y científicas volvieron a señalar que fenómenos de esta magnitud reflejan los efectos del cambio climático. Temperaturas oceánicas más altas, patrones atmosféricos alterados y lluvias extremas son parte de un escenario que se repite con mayor frecuencia. Frente a esto, crece el reclamo por políticas públicas de prevención y adaptación: infraestructura más resistente, planes de evacuación efectivos y una gestión ambiental que priorice la resiliencia de las comunidades más vulnerables.