Winning Eleven se convirtió en uno de los juegos de fútbol más queridos y recordados de varias generaciones. Los gamers no olvidaron nunca los primeros relatos en japonés de las primeras entregas, con unos gráficos nunca antes vistos. La franquicia de Konami hizo foco en el realismo y desarrolló un estilo de juego que ponía al jugador en el campo de juego, tomando todas las decisiones de un futbolista real. El impacto fue tal que a partir de su primera salida para Playstation, en 1995 con el nombre de World Soccer Winning Eleven, el juego fue adjetivado como simulador de futbol.
Los comienzos de Winning Eleven
Antes de convertirse en Winning Eleven, la franquicia tuvo su origen en el clásico International Superstar Soccer para consolas de 16 bits como Sega Génesis y Super Nintendo. Este videojuego había sido desarrollado por Konami Computer Entertainment Osaka, con el nombre nipón de Jikkyou World Soccer: Perfect Eleven. La repercusión positiva fue tal, que la empresa decidió realizar una serie basada en ISS pero con su filial Konami Computer Entertainment de Tokyo. El equipo de Tokyo empezó una nueva saga ajena a ISS con World Soccer Winning Eleven, en 1995. "El juego es oro absoluto en su jugabilidad y tuvo éxito hasta nuestros días porque refleja el fútbol tal como lo sentimos en Latinoamérica", analizó Guillo Leoz.
De Japón al mundo
La saga tuvo gran repercusión en sus primeras entregas que tenían licencias oficiales de la liga japonesa. Estos juegos fueron los primeros que llegaron a nuestro continente, y los que son recordados con mayor cariño por los retro gamers. En ese entonces, la saga sufre un quiebre con los nombres de su versión para el mercado occidental con la etiqueta Pro Evolution Soccer. "En el año ´96 empezaron a salir los Winning Eleven de la liga japonesa. A partir de ese lanzamiento construyen la base para los siguientes que llegaron a Playstation y fueron los mejores juegos de fútbol hasta que FIFA les disputó el primer lugar", analizó Guillo.
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