La película Matar a la Bestia, ópera prima de la directora de cine Agustina San Martín, llegó a las carteleras de salas porteñas luego de su premiere mundial en el Festival de Toronto. Antes de llegar a la ciudad de Buenos Aires, donde se proyectó en la sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín, el cine Gaumont y el MALBA, pasó también por el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, Guadalajara, Alemania y otras grillas alrededor del mundo. En diálogo con IP Cultural, la cineasta argentina de 32 años habló de esta obra filmada en Misiones que, en palabras de ella, narra "un exorcismo queer".
"Es una película que tiene una transición de este despertar sexual de la protagonista, en donde todo tiene una atmósfera dark. Hay una oscuridad en este pasaje fronterizo que ella hace entre la infancia y la adultez; aprender a habitar su propio deseo y demás. Entonces, para mí, es un pasaje a los bofetones", comentó.
Consultada acerca de las ideas que originaron este filme que "tiene tintes de terror, pero no es una película de terror", la directora reveló cuáles fueron los primeros conceptos que motivaron la historia.
"Me encanta retratar la adolescencia. Ese momento donde hay como una pérdida de la inocencia y ese instante donde alguien no es más un niño, y todavía no tiene las herramientas de ser un adulto, pero entiende las complejidades y oscuridades del mundo, entonces está como en una especie de limbo. Por eso también sucede en la frontera. La idea original de la película es contar el relato de una adolescente que va a tener un despertar sexual queer, gay, pero verlo con los tintes del terror, tintes oscuros, como con miedo. Un poco el juego era contar el deseo a través del miedo. Eso es lo que empezó a inspirar la semilla de lo que se convirtió en Matar a la Bestia", contó.
En medio de las buenas devoluciones que le llegan por su primer largometraje, Agustina planea sus próximos proyectos en la realización audiovisual: "Estoy con muchos trabajos de guión para futuras películas y con hambre de salir y hacer, que es la cosa mas linda del mundo. Sobre todo cuando se empiezan a abrir puertas, que es cuando hay que subirse a la montaña rusa", aseguró en la entrevista.
Por último, y con respecto a los desafíos y oportunidades que abre el trabajo en plataformas de contenido cinematográfico, la cineasta reflexionó: "Creo que el desafío es la curaduría y elegir bien qué es lo que uno quiere ser a nivel macro de la carrera de uno y terminar de elegir cosas que sean coherentes con la versión de lo que querés ser".
Podés ver IP Cultural, conducido por Mercedes Ezquiaga, todos los sábados a las 16 por la pantalla de IP.