Un repaso por los 35 años de carrera de Luis Scola en el básquet

Luis Alberto Scola nació el 30 de abril de 1980, en el seno de una familia deportista, con historia en el club Obras Sanitarias. Su madre, Alicia, era destacada en judo, y su padre, Mario, integró los roosters de Obras, Ferro, Boca Vélez y Hacoaj. Su tío abuelo, José Luis 'Pepe' Scola, tío de su padre, también fue basquetbolista. 

'Luifa', en ese entonces 'Luisito', fue el segundo de tres hijos. A los pocos meses su familia se mudó de Floresta a una casa con jardín en Martín Coronado, cerca de Ciudad Jardín. El contacto con el básquetbol llegó a los 3 años, acompañando a su tío abuelo Pepe a los entrenamientos y partidos en Vélez, además de mantener el hábito de ver partidos de la NBA por videocasetes.

A los 7 años ya medía 1.68, y con su hermana mayor, Silvina, comenzaron a jugar en el Club Ciudad de Buenos Aires, el 'Muni', de Avenida del Libertador. Mientras Silvina se entrenaba en vóley, Luis integró la categoría más chica, la Premini B, y fue dirigido por Adrián Amasino, hasta preinfantiles, cuando pasó a Ferro. Se destacaba por su constancia en los playones donde se jugaba básquet, vóley y cesto.

El básquet, un destino de vida

“Nunca le impusimos nada, sólo queríamos que hiciera ejercicio. Empezó jugando al fútbol, pero por el tamaño era obvio que saldría disparado al básquet. Teníamos un tramo largo hasta el club, pero para nosotros era una obligación. Siempre consideramos que pertenecer a un equipo es un compromiso. Así lo veíamos cuando jugábamos, y le inculcamos eso a Luis”, dijo Mario, su padre, en una entrevista. “Por culpa de mi tío, todos los Scola jugamos al básquet y Luis llegó adonde está ahora”, agregó.

Durante el Mundial de Básquetbol de 1990, celebrado en Argentina, a través de Jorge Becerra, entrenador e integrante de la comisión organizadora, 'Luifa' pudo ser alcanzapelotas en la final entre Yugoslavia y la Unión Soviética. En 1992, a los 12 años, participó del “Convivio Mundial” e integró el equipo argentino que viajó a Puerto Rico. Volvió enyesado y se pasó a Ferro. Allí encontró a Carl Amos, entrenador estadounidense, además de haber compartido la cancha con Miguel Cortijo, Luis Oroño. Tuvo un gran desempeño en la categoría de preinfantiles, que le permitió ingresar en las siguientes, juveniles, donde se destacaba ante jugadores de mayor edad. En 1996 debutó en la Liga Nacional ante Deportivo Roca, consolidándose como parte del equipo de Caballito en el que disputó 43 partidos, hacia 1997. 

Ya a sus 17 años pasó al Tau Cerámica (aunque jugó para el Gijón de la segunda división a préstamo) de la ACB en Europa, y comenzó el segmento más conocido de su carrera como basquetbolista. Durante 10 años se mantuvo en el club español donde tuvo como nuevo norte la liga americana de baloncesto. En la NBA, apalancado con su legitimación en la 'Generación Dorada' integró los roosters de los Houston Rockets, Phoenix Suns, Indiana Pacers, Toronto Raptors, Brooklyn Nets; habiendo pasado luego a los conjuntos asiáticos Shanxi Zhongyu y Shanghai Sharks, concluyendo su carrera en la Liga Italiana en el Olimpia Milano y, finalmente, en el Pallacanestro Varese. 

Integró la selección argentina de básquetbol, parte de la 'Generación Dorada', recordada por la fructífera cosecha de títulos y medallas. Consiguió la medalla de oro en el Campeonato FIBA Américas (2001), la medalla de plata en el Mundial de Básquetbol en Indianápolis (2002), la medalla de oro en los JJ.OO. de Atenas (2004), otra medalla de oro en el FIBA Diamond Ball (2008). En el mismo año logró el bronce en los JJ.OO. de Pekín (2008), la medalla de oro en el FIBA Américas (2011), y años después retomaría el oro en los Juegos Panamericanos (2019) y la medalla de plata en el Mundial de Básquetbol en China (2019). 

Además, en su paso por distintos clubes se llevó el título al Rookie del Año en la liga ACB (2000), el título de la Liga ACB (2002), la Copa del Rey en tres ocasiones (2002, 2004 y 2006), además tres Supercopas de España (2005, 2006 y 2007), ediciones en las que también se le adjudicó el título de MVP en el 2005 y 2007.

Por el momento ostenta el récord de mayor cantidad de partidos jugados en la historia de los mundiales, habiendo superado a Jerome Mincy de Puerto Rico.