Alfred Hitchock, el hombre que inventó el cine de suspenso
La obra de Alfred Hitchcock, su influencia y audacia siguen marcando a los cineastas de todos los tiempos. El director inglés que nació el 13 de agosto de 1899 en Londres, dirigió y firmó películas que no envejecen, o al menos lo hace mucho mejor que sus inmediatas competidoras. Probablemente porque bajo la mirada caleidoscópica del suspenso, escondía sus propias obsesiones -que lo acompañaron desde que era un niño de clase media del actual barrio East End de Londres. La culpa, la manipulación, el sexo e incluso el sadomasoquismo estuvieron presentes en su mente y en su vida desde su más precoz infancia. Y esas obsesiones han sido una de las razones por las que su personalidad, casi tanto como su cine, sigue fascinando y atrayendo como una puerta cerrada tras la que se intuye hay un secreto macabro.
Hubo una experiencia en particular que marcó su visión cinematográfica: a los cinco años, su padre William le pidió que llevase una carta a la comisaría, y una vez allí, fue encerrado durante 10 minutos en una celda, a modo de castigo. "Esto es lo que se hace con los niños malos", le dijo el padre. Aún años más tarde, Hitchcock hijo reconoció que nunca supo el motivo de aquella penitencia. También contó una versión más poética sobre cómo comenzó su fascinación con el terror: "A los seis meses estaba en los brazos de mi madre, y ella me dijo "¡Boo!". Me asusté bastante".
Dueño de un estilo único (por el uso del suspenso, el storytelling, los storyboards, la precisión del montaje y del arte, la construcción de la psiquis de sus personajes) irrumpió en la historia del cine. En 1925 presentó su primera película, The Pleasure Garden, y fue el inicio de los 53 largometrajes que justificaron su prestigio. Atravesó las películas mudas y estuvo allí cuando llegó el cine sonoro. Hitchcock es, sin dudas, un antes y un después.
El 29 de abril de 1980 sucedió la verdadera tragedia: la muerte alcanzó a Alfred Hitchcock a los 80 años, después de varios problemas cardíacos.
Las 3 mejores películas de Hitchcock
- Los 39 escalones. Es la principal película de la etapa británica de Hitchcock. Un thriller perfecto: un protagonista inteligente y una protagonista desconcertante, un asesinato temprano que enciende la trama, un ritmo frenético y las continuas casualidades.
- La ventana indiscreta. Basada en un cuento corto Cornell Woolrich y en dos asesinatos reales en 1910 y 1924, Hitchcock jugó con el punto de vista y con la imaginación convertida en pericia policial de Jeff, que descubre que su vecino de enfrente, Lars Thorwald, había asesinado a su esposa.
- Psicosis. La firma del director se refleja en su juego con los planos -destaca el fotograma de la muerte del detective, grabada con el actor sentado en una silla y con la cámara situada por encima de él- y en el uso de la música como hilo conductor de la trama.