Oliverio Girondo: el hombre que introdujo la vanguardia poética en la literatura argentina
La obra poética del poeta Oliverio Girondo se nutrió de un espíritu innovador como único y supremo principio. Nació en Buenos Aires, el 17 de agosto de 1891. Viajó a Europa muy joven, allí vivió y estudió en Inglaterra y Francia. En esos años de principios del siglo XX quedó prendado con ciertas corrientes estéticas emergentes, movimientos artísticos de vanguardia europeos que lo impulsaron a investigar un estilo que revolucionó la literatura argentina.
Girondo se recibió de abogado, pero nunca ejerció. Entre 1920 y 1921 luego de recorrer España, Francia, Italia, el norte de África y Brasil, a los 30 años, su personal programa estético estuvo resumido en el breve pero intenso libro Veinte poemas para ser leídos en el tranvía editado en 1922 con sus propias ilustraciones. Esa publicación es, definitivamente, uno de los hitos que marcan el nacimiento de la vanguardia literaria en Argentina y América latina.
El personal acento poético de Girondo dejaba traslucir una coincidencia con el rumbo de movimientos de vanguardia como el ultraísmo, el simultaneísmo y el surrealismo. En la carta que sirve de prólogo a la segunda edición de los Veinte poemas, Girondo se expresaba ya en términos similares a los manifiestos de André Breton de los años 20: "lo cotidiano, sin embargo, ¿no es una manifestación admirable y modesta de lo absurdo? Y cortar las amarras lógicas, ¿no implica la única y verdadera posibilidad de aventura?". Así fue hasta su última aventura poética en la década de los años 50. Mantuvo un constante camino de experimentación y evolución poética marcada por un trayecto sin límites hacia el interior del ser y la poesía. A los 75 años, murió en Buenos Aires el 24 de enero de 1967.