El expresidente de Uruguay, José "Pepe" Mujica, celebró la victoria del presidente electo de Brasil, Lula Da Silva, sobre su adversario político Jair Bolsonaro.
En diálogo con la periodista Noelia Barral Grigera para IP Noticias desde San Pablo, el líder felicitó al pueblo brasilero al señalar que "es un país que siempre impresiona por las ganas de vivir". En esa línea, dijo: "Espero que Brasil recobre lo mejor de su identidad: un país de la paz".
El triunfo en segunda vuelta del candidato del Partido de los Trabajadores (PT) sobre el actual presidente brasileño fue muy ajustado. La mínima diferencia de votos cristalizó el momento de extrema polarización política que atraviesa el país.
Consultado sobre los buenos resultados electorales que obtuvo Bolsonaro, Mujica observó que "es preocupante" e implica "un llamado de atención para todos".
"En el fondo no es Bolsonaro. Es una clave subjetiva de la época que nos toca vivir, donde parece que triunfar en la vida es ser rico cueste lo que cueste, aún a costa de los demás, y donde hipotecamos la condición más grande de los seres humanos: la cooperación, que nos hizo sobrevivir y llegar hasta acá", reflexionó el referente del Movimiento de Participación Popular (MPP) uruguayo.
A continuación, describió a Lula como "un socialdemócrata típico, luchador por el estado de bienestar", y analizó el desafío que le tocará asumir desde su asunción el 1 de enero de 2023.
"Lo van a criticar, desde la izquierda radical por poco profundo, y desde la derecha por populista de izquierda. Pero él se va a preocupar de que toda la gente pueda comer, y pueda tener enseñanza, y presencia en el mundo", vaticinó.
Nuevo panorama latinoamericano
Durante su mandato presidencial entre 2010 y 2014, Mujica coincidió con los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner en Argentina, Dilma Rousseff en Brasil, Rafael Correa, en Ecuador, Evo Morales en Bolivia y Hugo Chávez en Venezuela.
Respecto del actual panorama de la región, con la victoria de Lula como sello de una nueva ola de dirigencias progresistas, el ex mandatario consideró:
"Si nos quitan la esperanza, poco objetivo tiene la vida. El progreso humano nunca ha sido así, está lleno de caídas. Estamos pagando un precio por el éxito; inventamos una civilización que multiplica los bienes y el egoísmo. No sé si se podrá, pero dejame vivir creyendo que sí, porque si no, me quitás la causa de la vida"
Por último, aportó su visión sobre la identidad latinoamericana: "Pertenecemos a una nacionalidad no construida, que se llama Indoamérica, con el corazón de los pueblos indígenas aplastado, y esta mezcla que significamos el resto de los latinoamericanos".