Soberanía o FMI: Argentina del después de que el gobierno de Néstor Kirchner cancele la deuda
El 15 de diciembre de 2005, el entonces presidente Néstor Kirchner canceló la deuda total con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que el país arrastraba desde hacía años.
El mandatario, en nombre del Estado argentino, pagó de una sola vez 9.810 millones de dólares al FMI con divisas que salieron de las reservas del Banco Central. Así, aseguró la soberanía política y económica frente a las medidas de ajuste fiscal que el organismo internacional exigía imponer en Argentina.
En esta nota, un repaso sobre cómo fue el plan de desendeudamiento que permitió a Néstor Kirchner reducir la pobreza de 60% a 37%.
FMI: un problema histórico
Durante sus gobiernos, Juan Domingo Perón se rehusó a tomar deuda del FMI y el Banco Mundial. Fueron los militares que lo sacaron del poder los que firmaron el ingreso a ambos organismos: en 1956, por decisión de Pedro Eugenio Aramburo, Argentina ingresó formalmente al FMI con un préstamo recibido de 75 millones de dólares.
Desde entonces, la deuda fue creciendo hasta empeorar con el regreso de los militares en los años 60 y 70, punto en el que el organismo internacional comenzó a tener injerencia en las decisiones administrativas del país.
Para la vuelta de la democracia, la deuda con el Fondo Monetario Internacional se había multiplicado y superado los 150 mil millones de dólares. La situación se tornó insostenible cuando en 2001 el FMI suspendió los desembolsos y la crisis social estalló, obligando al entonces presidente Fernando de la Rúa a renunciar.
El día que Argentina entró en Default
Con la renuncia de De la Rúa, el país tuvo cinco presidentes en 10 días entre el 20 de diciembre de 2001 y el 1 de enero de 2002. Uno de ellos fue Adolfo Rodríguez Saa, quien duró 10 días al mando que le bastaron para anunciar que el país entrataría en default.
Durante esa Asamblea Legislativa, hubo aplausos de legisladores que avalaban el default. Además, los gobernadores peronistas presienciables, José Manuel de la Sota, Néstor Kirchner y Carlos Ruckauf, también apoyaron la iniciativa.
Días después, al asumir como presidente interino, Eduardo Duhalde decretó el fin de la convertibilidad, lo que dio paso a la pesificación de los depósitos bancarios, el derrumbe del peso y que la deuda en cesación de pagos pasara a representar más del 160% del Producto Interno Bruto (PIB).
El día que Kirchner canceló la deuda
La fuerte devaluación del peso repercutió en el mercado, logrando que los productos argentinos de exportación se tornaran muy competitivos. Además, durante esos años el precio de las materias primas llevó a un boom comercial. Estos vientos positivos fueron aprovechados por el gobierno de Néstor Kirchner, que fue elegido democráticamente en 2003.
Para 2005, la tasa de crecimiento era cercana al 8% y Kirchner utilizó esto para lograr acordar con el 76% de los acreedores de Argentina y reestructurar gran parte de la deuda. Además, pagó toda la deuda con el FMI poniendo fin a la injerencia de ese organismo en el país.
A través de una conferencia de prensa, Néstor Kirchner anunció: "Tomamos la decisión que nos permitirá destinar nuestra reserva al pago de la deuda total con el FMI".
La decisión generó el aplauso de pie de todos los presentes en el Salón Blanco de la Casa Rosada, mientras que el entonces presidente criticó con dureza al Fondo.
"Este es un momento histórico en el que debemos pasar a ser protagonistas. Nos quisieron meter en el alma la verdad de que son tan grandes las dificultades que es mejor que nada cambie. Creemos que nuestro futuro será hijo de nuestra capacidad" y concluyó:
"Con este paso, Argentina está recuperando la esperanza para construir su propia autonomía".
La Argentina posible después del FMI
Néstor Kirchner asumió la presidencia en 2003 con una pobreza del 62%. Para el fin de su mandato, en diciembre de 2007, bajó al 37%. Esto se logró a partir del pago de la deuda, que posibilitó aplicar medidas como la recomposición de ingresos.
Al tomar el mando tras la crisis del 2001, estableció un orden de prioridades: a la renegociación de la deuda externa le siguió la anulación de las cuasi-monedas existentes en el país y reactivar la actividad de las empresas.
Durante su gestión se avanzó en la estatización de diversas empresas como Aerolíneas Argentinas, Correo Argentina, Astillero Río Santiago y la creación de ENARSA y de Agua y Saneamientos Argentinos.
Desde 2003 a 2007 hubo una fase de crecimiento económico con tasas en torno al 9% y crecimiento de las reservas internacionales. Esto favoreció que también crezca la industria nacional, con promedios del 10,3% anual en términos del Índice de Volumen Físico. De esta forma, durante su gestión se crearon cerca de tres millones de empleos y la pobreza cayó del 47,8% al 23,4%.