Protestas y fuerte operativo en la visita de Milei a Mar del Plata

En medio de una semana marcada por la crisis económica y los escándalos políticos, Javier Milei retomó su agenda de campaña con una visita a Mar del Plata. Horas después de haber cantado en el Movistar Arena y en el mismo día en que la Corte Suprema confirmó la extradición del empresario Fred Machado a Estados Unidos —una decisión que reavivó la polémica por los vínculos con José Luis Espert—, el Presidente encabezó la inauguración de una planta industrial y enfrentó protestas durante su paso por la ciudad balnearia.

La jornada comenzó en el parque industrial, donde Milei participó de la apertura de una fábrica de capitales estadounidenses junto al intendente Guillermo Montenegro y Diego Santilli, el nuevo rostro de la lista libertaria bonaerense tras la baja de Espert. Allí volvió a defender su plan económico y prometió que “la inflación será historia en 2026”. También lanzó un mensaje a los grupos criminales: “Narcos y chorros, les aviso que se las vamos a hacer pasar mal”.

A la tarde, cuando llegó a la zona de la calle Güemes, un vecino lo increpó desde un balcón y lo llamó “estafador”. Milei no dejó pasar la provocación y respondió con ironía: “Igual te estoy arreglando la vida, tranquilo”. Minutos después, y ante la presencia de vecinos y manifestantes que se habían reunido para repudiarlo con pancartas y cánticos, el Presidente desistió de caminar por la arteria comercial como estaba previsto. Se detuvo en la esquina de Avellaneda y, desde una camioneta y con un megáfono, habló brevemente acompañado por Santilli y Sebastián Pareja. Un fuerte operativo de seguridad rodeó la zona, aunque no logró evitar momentos de tensión.

El recorrido de Milei continuará en Mendoza y Santa Cruz el jueves, para seguir luego en Corrientes y Chaco. Cerrará con un encuentro con Donald Trump en Washington, a menos de dos semanas de las elecciones legislativas. Mientras tanto, el Gobierno intenta mostrar gestión y fortaleza política en medio de un escenario económico delicado y con frentes judiciales abiertos que complican su discurso anticorrupción.