El 7 de enero de 2020, las autoridades de China confirmaron la identificación de un nuevo virus al que la Organización Mundial de la Salud llamó, en principio, 2019-nCoV. Lo que parecía el comienzo de una enfermedad regional se transformó, en cuestión de días, en la pandemia del coronavirus.
A un año de comenzado un brote que mudó su epicentro a un ritmo vertiginoso desde el continente asiático hacia Europa, y desde allí a América, aún son pocas las respuestas que la aldea global encontró para combatirlo.
Luego de identificado, el 11 de enero de 2020, las autoridades de la ciudad china de Wuhan anunciaron la primera muerte por coronavirus. Un hombre de 61 años falleció el 9 de enero a raíz de una insuficiencia respiratoria.
Lo que siguió después es parte de una historia que signó al 2020: confinamientos, cierres de aeropuertos y suspensión de las comunicaciones terrestres.
El personal de salud se convirtió en la primera línea de combate contra la pandemia. ¿La esperanza? Distintos laboratorios dieron con vacunas para inmunizar a la población. Las primeras dosis ya se están aplicando.