"Logramos una nueva conquista", había manifestado la actriz Thelma Fardín cuando confirmaron la fecha del juicio oral contra Juan Darthés por abuso sexual. Ahora, los tribunales de San Pablo, Brasil, se preparan para el 1° de diciembre, fecha en la que las actrices Calu Rivero y Anita Co declararán como testigos, por videoconferencia. En el país vecino, el delito tiene una pena máxima prevista de 12 años. El caso inició el 11 de diciembre de 2018 cuando Thelma presentó una denuncia por abuso sexual agravado ante la Unidad Especializada de Delitos contra la Violencia de Género del Ministerio Público de Nicaragua, ya que el delito que se investiga habría sido cometido en ese país en 2009, cuando ella tenía 16 años y él 45.
La causa por abuso sexual
Luego de la denuncia ante la Justicia, Darthés se fugó a Brasil y fue así que comenzó un duro proceso de búsqueda por parte de la denunciante. “El derrotero legal fue muy complejo porque involucró a tres países y sus códigos penales”, contó Fardín, al tiempo que subrayó que “lamentablemente, los tiempos siempre son lentos y cuesta llegar a esta instancia de juicio oral”.
Thelma explicó que para llegar a este momento de la causa “hubo que hacer un montón de trámites” a través de una alerta roja emitida por la INTERPOL. Además, indicó que fue la prueba producida por el Ministerio Público Fiscal la que logró la suficiente contundencia para que Nicaragua considere acusarlo. Finalmente, fue la Justicia brasileña la que decidió llevar a cabo el juicio oral que iniciará el 30 de noviembre.
En cuanto al camino recorrido hasta aquí, Fardín mencionó que “lo más duro fue el peritaje físico” al que fue sometida en Nicaragua, aún habiendo declarado que el abuso se había cometido nueve años antes de la denuncia. “La médica forense me dijo que, si me negaba a ese test, podían llegar a usar esa situación en mi contra”, aseguró.
El caso que sentó un precedente
Al ser consultada sobre su vivencia y cómo enfrentó este duro momento de su vida luego de callarlo durante años, Thelma Fardin respondió que “es posible sanar esa herida. Esa es la gran conquista de esta revolución feminista. Nos logramos correr de ese lugar en el que se supone que estamos marcadas para siempre”. Además, expresó que “lo que fue más sanador fue lo que pasó a nivel social. Que haya sido tan útil para tantas fue mucho más amplio”.
Por otro lado, resaltó la importancia de entender y visibilizar con este caso lo que pasa cuando una víctima decide enfrentar el proceso judicial. “Los tiempos son muy largos, se prevén aproximadamente siete años hasta que se llega a una instancia como esta. Eso sin contar lo que tarda una en poder articular lo que le pasó si tiene la suerte de tener un entorno amoroso y hacer un proceso de resiliencia”, dijo. Por último, subrayó que “El Estado es responsable de que el proceso judicial no sea más doloroso que el hecho denunciado”.
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