La variante Ómicron ya está presente en 77 países y genera mucha preocupación en la comunidad científica por su elevado ritmo de contagio. Esta nueva cepa, que fue detectada por primera vez en noviembre, ya se instauró en casi el 40% del mundo.
"Nosotros ya estamos palpitando, por así decirlo, que se va a empezar a surfear la ola de Ómicron junto con la Delta. Si bien es cierto que tenemos menos casos graves, al ser cepas que se contagian mucho más rápidamente y que tiene un índice de contagio mucho más importante, lo que nos va a traer es una cantidad de probables internados", dijo Arnaldo Casiro, infectólogo del Hospital Álvarez.
Según el investigador, la vacunación es clave para evitar los cuadros graves de coronavirus y la cantidad de internados en Unidades de Terapia Intensiva. Casiro aclaró que en la ciudad de Buenos Aires la preocupación es creciente y que las entidades de salud ya están preparando Centros de Atención de primera línea, además de la reapertura de tres centros de testeo.
En tanto el pedido de la Organización Mundial de la Salud de cancelar las reuniones por las fiestas, el infectólogo dijo apoyar la medida, pero que le parecía que era "pedir lo imposible":
"La gente se va a juntar igual. Lo que si tenemos que pedirle a la gente es que entendamos que la pandemia no se acabó, que estamos entrando en una nueva ola, que esta nueva ola es muy peligrosa para todos nosotros y entonces que guardemos todos los recaudos necesarios para poder tener unas fiestas lo más seguras posible. Esto significa tratar de hacer la tarde libre de pocas personas, si es posible, no más de 10 personas. (...) Y así todas estas cosas que ya sabemos que ya el año pasado la dijimos, pero que no tenemos que cansarnos de repetirlas porque si no realmente el panorama que vamos a tener unos diez o quince días posteriores a las fiestas puede llegar a ser muy peligroso", explicó.
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