Cuando llegó a la ciudad de Buenos Aires a estudiar diseño de indumentaria, Mona Gallosi no imaginó que se convertiría en una referente nacional de la coctelería. Hoy, la bartender y emprendedora dirige diversos negocios gastronómicos y se destaca en un sector dominado históricamente por varones.
En diálogo con Pía Slapka en El Planeta Urbano comentó sobre la intensidad de una agenda que divide entre mucho trabajo, familia y salud. Al respecto del contexto en el que lleva adelante sus proyectos, aseguró:
"Sigo eligiendo a Argentina pese a todo: lo económico, lo social y lo político. Amo este país y siempre apuesto. Creo que es difícil, pero a la vez que siempre puedo. El tema es que a veces no me queda resto y siempre trabajo para los demás, no me queda margen".
El ámbito gastronómico fue uno de los más afectados por las restricciones que impuso la pandemia. Con lo peor de esa etapa ya superado, Mona habló de los efectos que aún persisten en el consumo.
"Fue tan amargo lo que vivimos, esa sensación tan amarga, que ahora veo que algunas notas tienen que ser dulces. Desde nuestro lado y del consumidor. En el bar, mucha gente me pide un cóctel que no sea tan seco, cítrico o amargo, y antes no me pasaba. Creo que ha cambiado un poco el paladar", advirtió.
Mujeres en la gastronomía
El éxito de Mona como empresaria gastronómica contrasta con un índice que, según comentó, se replica a nivel global: las mujeres representan sólo el 20 por ciento del personal detrás de barra.
"La coctelería y gastronomía es un ámbito machista. Si bien cada vez hay más mujeres, trabajar en el rubro es pesado", planteó.
Más allá de esa característica vinculada a lo laboral, Gallosi considera que los prejuicios y estigmas asociados al género se reproducen al pensar el consumo. "En los paladares la mujer es 'la flojita', el hombre es 'el fuerte'. En realidad no, son paladares, y ya lo sabemos, pero se sigue asociando lo dulce a las chicas y lo seco y fuerte para los hombres", comentó.
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