El conflicto entre Israel y Hamás: dos años de guerra en Gaza y su impacto en Oriente Medio

El 7 de octubre de 2023, el conflicto entre Hamás e Israel alcanzó una nueva y escalofriante fase, cuando el grupo islamista lanzó una serie de ataques sorpresa desde la Franja de Gaza. Aquel día, combatientes palestinos irrumpieron en territorio israelí utilizando motocicletas, camionetas, lanchas rápidas y hasta parapentes motorizados, desatando una guerra que rápidamente escaló en un conflicto regional.

El ataque, conocido como la “Operación Inundación de Al Aqsa”, dejó más de 1.200 muertos, en su mayoría civiles, y alrededor de 250 personas fueron tomadas como rehenes. Las primeras víctimas de los ataques fueron comunidades agrícolas y civiles, incluyendo a los asistentes a un festival de música cerca de la frontera. En respuesta, Israel declaró la guerra a Hamás, lanzando una ofensiva militar con el objetivo de desmantelar por completo a la organización.

Apenas seis días después, el 13 de octubre, el ejército israelí ordenó la evacuación del norte de Gaza, anticipando una ofensiva terrestre que obligó a más de un millón de personas a huir hacia el sur del enclave. Mientras tanto, los bombardeos israelíes continuaron, cobrando la vida de más de 1.500 palestinos.

En noviembre de 2023, tras siete semanas de intensos combates, se alcanzó una tregua de siete días. Hamás liberó a 81 rehenes a cambio de 240 prisioneros palestinos, pero la paz no duró mucho. En diciembre, las hostilidades se reanudaron después de que Hamás acusara a Israel de no cumplir con los términos del alto el fuego, lo que llevó a un colapso de las negociaciones.

A principios de 2024, la situación alcanzó una nueva dimensión cuando la Corte Internacional de Justicia ordenó a Israel cesar cualquier acto que pudiera ser considerado genocidio en Gaza. La demanda, presentada por Sudáfrica, acusaba a Israel de violaciones graves de los derechos humanos contra los palestinos, aunque el tribunal aún no se ha pronunciado sobre la naturaleza de las acusaciones.

A mediados de 2024, las hostilidades se extendieron hacia el Líbano, donde Hezbolá, respaldado por Irán, se vio involucrado en un conflicto con Israel. Las explosiones en Líbano, perpetradas por el Estado hebreo, dejaron decenas de muertos y miles de heridos. En septiembre, el líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, fue asesinado en un ataque israelí en Beirut. La guerra con el grupo terrorista dejó más de 3.000 muertos en Líbano, y millones de personas se vieron desplazados. Este conflicto concluyó con un alto el fuego en noviembre de 2024, pero la tensión en la región continuó.

En enero de 2025, tras más de 15 meses de combates, Israel y Hamás finalmente llegaron a un acuerdo de alto el fuego, mediado por Qatar, Egipto y Estados Unidos. Sin embargo, el acuerdo fue roto poco después por Israel, que reanudó los bombardeos sobre Gaza en marzo de este año.

Entre junio y agosto de 2025, la región experimentó una breve, pero intensa confrontación con Irán. La guerra relámpago, provocada por ataques israelíes a las instalaciones nucleares iraníes, dejó más de 1.000 muertos en Irán y 28 en Israel. La intervención estadounidense, seguida de un alto el fuego, evitó una escalada mayor.

A lo largo de este tiempo, Gaza sufrió una devastación sin precedentes. En agosto de 2025, la ONU declaró oficialmente el estado de hambruna en la Franja, afectando a más de 500.000 personas. Este anuncio subrayó la magnitud de la crisis humanitaria, alimentada por los bloqueos y los ataques continuos de Israel. Las cifras de muertos en Gaza ya superaban los 66.000, con más de 170.000 heridos.

El 29 de septiembre de 2025, en medio de la devastación, el presidente de EE. UU., Donald Trump, presentó un acuerdo de paz que podría poner fin a más de dos años de guerra. El acuerdo incluye la liberación de rehenes, el desarme de Hamás y el fin de las ofensivas israelíes.

Las negociaciones aún siguen en curso en Egipto, mientras Hamás mantiene cautivos a 48 personas, de las cuales Israel considera que al menos 20 siguen vivos.