Conflicto en Gaza: alto al fuego vigente, pero Israel mantiene bloqueada la entrada por Rafah
El conflicto en Gaza continúa acaparando titulares internacionales, mientras el alto el fuego, pactado entre las partes, sigue en pie, aunque con importantes fricciones y desafíos. A pesar de los recientes bombardeos israelíes y las acusaciones de Hamás sobre violaciones del acuerdo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó que el cese de hostilidades sigue vigente.
Este lunes, la Casa Blanca envió a dos de sus figuras clave en Oriente Próximo, el enviado especial Steve Witkoff y Jared Kushner, yerno de Trump, a Tel Aviv. La misión de ambos fue reunirse con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para discutir la implementación y supervisión del alto el fuego en Gaza. Además, el senador JD Vance tiene programado un viaje a Israel para evaluar directamente la situación y asegurar el cumplimiento del acuerdo.
Por su parte, el presidente Trump volvió a hacer hincapié en la importancia de que Hamás respete el acuerdo de paz. En una rueda de prensa junto al primer ministro australiano, Anthony Albanese, Trump amenazó con "erradicar" al grupo islamista si no cesaba la violencia. En sus declaraciones, Trump aseguró que la intervención de otros países aliados sería suficiente para manejar la situación sin necesidad de desplegar tropas estadounidenses en el terreno. Sin embargo, dejó claro que si la violencia no se detiene, “Israel intervendría en dos minutos”.
Mientras las conversaciones diplomáticas siguen su curso, la situación humanitaria en Gaza continúa siendo crítica. Este lunes, se reanudó el paso de camiones con ayuda internacional hacia la Franja a través de puntos de control israelíes. Esta medida surgió luego de la suspensión temporal de las operaciones de entrega de ayuda el día anterior. No obstante, la entrada de ayuda a través de Rafah, el cruce fronterizo con Egipto, sigue bloqueada por las autoridades israelíes, lo que agrava la situación de miles de personas atrapadas en la zona.
Hoy fue un día clave para las facciones palestinas, que celebraron reuniones en El Cairo para tratar temas clave sobre la reconstrucción de Gaza y la gestión del territorio tras la guerra. Delegados de Hamás, Yihad Islámica y el Movimiento Popular para la Liberación de Palestina se han reunido para tratar de acordar una postura unificada que presentarán a los mediadores internacionales, entre ellos Egipto, Estados Unidos y Qatar. Un tema central de discusión es el desarme de Hamás, algo que sigue siendo una de las condiciones para lograr una paz duradera.
A pesar del alto el fuego, el domingo se registraron nuevos ataques por parte del ejército israelí, que bombardeó Gaza con “153 toneladas de bombas”, según declaraciones del primer ministro Netanyahu. Estos ataques se dirigieron a diversas zonas del norte y sur de Gaza, causando al menos 45 muertes y más de 150 heridos, de acuerdo con las autoridades de salud palestinas. Netanyahu justificó los bombardeos señalando que el ejército israelí había eliminado a varios “terroristas”, incluidos altos mandos de Hamás.
Estas acciones fueron vistas como una respuesta al ataque de Hamás a las fuerzas israelíes, lo que, según Israel, violaba el alto el fuego acordado el 10 de octubre. Sin embargo, el gobierno israelí ha subrayado que el alto el fuego no debe ser interpretado como una “licencia” para que Hamás continúe con sus acciones militares.
En medio de la creciente tensión, el brazo armado de Hamás, las Brigadas Al Qasam, anunció la entrega del cadáver de otro rehén a la Cruz Roja, como parte de un acuerdo de intercambio de prisioneros. El cuerpo de este cautivo será entregado esta tarde, sumándose a los cuerpos de otras víctimas que fueron entregados el fin de semana pasado. A pesar de estos gestos, el número de rehenes y personas desaparecidas sigue siendo elevado, lo que mantiene la presión sobre las negociaciones internacionales.
En paralelo a los esfuerzos diplomáticos internacionales, las facciones palestinas han intentado encontrar un consenso sobre la reconstrucción de Gaza, la gestión del enclave y la relación con el gobierno israelí. La tensión interna entre grupos como Hamás, la Yihad Islámica y Fatah (que controla la Autoridad Nacional Palestina) sigue siendo una barrera para la paz, con Egipto jugando un papel central como mediador. El presidente palestino, Mahmud Abás, por su parte, ha instado a la unidad de los palestinos para hacer frente a las amenazas externas.
Mientras que los esfuerzos diplomáticos continúan, las amenazas de violencia y la falta de una solución definitiva parecen persistir. El alto el fuego, aunque mantiene una apariencia de estabilidad temporal, sigue siendo frágil, y las perspectivas de paz en la región dependen de la voluntad de las partes involucradas para cumplir con los acuerdos establecidos y evitar una nueva escalada del conflicto.