A 30 años del atentado a la Embajada de Israel
El ataque terrorista a la Embajada de Israel en Argentina se efectuó en 1992, bajo la presidencia de Carlos Saúl Menem, cuando una camioneta Ford F100 repleta de explosivos químicos fue detonada en la esquina de las calles Arroyo y Suipacha, en pleno centro de Buenos Aires.
El trágico hecho causó 22 muertes y 242 heridos. El estruendo destruyó por completo la sede de la embajada y el consulado, ambos ubicados en la calle Arroyo al 900. Se trato del primer atentado terrorista internacional ocurrido en Argentina.
La ley 5.782 de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, sancionada el 15 de diciembre de 2016, instituyó en este día el "Día de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Atentado contra la Embajada de Israel".
Acto oficial
En conmemoración de los 30 años del atentado contra la Embajada de Israel, el viceprimer ministro de ese país, Gideon Sa'ar, y el ministro de Justicia de la Nación, Martín Soria, serán los oradores en el acto oficial. El evento será en la plaza seca de Arroyo y Posadas y al final se realizará una conferencia de prensa.
La delegación israelí será recibida por el presidente Alberto Fernández y visitarán el Congreso nacional, donde se reunirá con el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y con distintos líderes de la oposición.
La investigación
La causa se investigó en la Corte Suprema de Justicia. La instrucción estuvo repleta de fallas e irregularidades. En un principio, se habló de un total de 29 muertos, pero un trabajo que realizó varios años después el secretario penal de la Corte, Estaban Canevari, estableció que los fallecidos fueron 22.
La investigación no contó con una colaboración internacional: ni siquiera el Estado de Israel se presentó como querellante en la causa. Por su parte, la Corte Suprema asumió los informes de inteligencia de Estados Unidos e Israel y señaló a Irán como el autor intelectual y a Hezbollah en la ejecución del plan.
A 30 años del atentado, la Justicia no pudo determinar quién compró la camioneta Ford F-100. Lo que se sabe hasta el momento es que la compra se hizo con un documento brasileño a nombre de Ribeiro Da Luz. Tampoco se sabe de dónde provinieron los explosivos, ni quién entró y salió del país para realizar el ataque.