La desarrolladora Ubisoft presentó su estrategia para definir el destino de Assassin’s Creed, uno de sus juegos emblema y una de las franquicias más reconocidas por su historia y calidad técnicas.
La saga de Ubisoft tuvo su primera entrega en el año 2007 y desde ese momento planteó la idea de dos facciones en fricción constante: los “asesinos” y los “templarios”. Estos dos bandos enfrentarían a los insurgentes por un lado y a los que quieren llevar adelante un nuevo orden mundial, por el otro.
Un estilo único e irrepetible
Más allá de las bondades narrativas, lo más atractivo de la serie Assassin’s Creed es cómo utiliza cada uno de sus juegos para explorar este conflicto trazando un paralelismo entre la situación en un futuro cercano y viajes al pasado.
A lo largo de sus entregas, Assassin’s Creed sirvió de guía turístico para recorrer la Italia renacentista, la época colonial en Norteamérica y la Revolución Francesa, entre otros eventos históricos calcados al detalle.
Los jugadores destacan la experiencia de poder vivir en el corazón de las civilizaciones egipcias o incluso la cuna de la mitología griega. Sus universos son tan ricos y tienen tantos detalles basados en datos históricos que varios de sus juegos fueron utilizados como herramientas educativas.
El futuro de Assassin’s Creed como servicio
La última entrega de Assassin’s Creed es Valhalla, un juego ambientado en la época de los vikingos. Ubisoft tomó la decisión de agregar contenido en el juego, creando un mapa realista de altas características.
Durante la última Ubisoft Forward se reveló que la próxima gran entrega es Assassin’s Creed: Mirage, un juego que vuelve a las raíces jugables con una Bagdad del Siglo IX. Pero lo más interesante fue conocer el detalle de Assassin’s Creed Infinity, un hub multijugador desde donde saldrán nuevas experiencias de la franquicia, siendo una de las más esperadas la que estará ambientada en el Japón feudal.