Gastón García Marinozzi presentó un retrato literario de las canciones de Fito Páez y en su búsqueda por coleccionar los momentos clave del músico se topó con un interrogante: ¿Por qué “Yo vengo a ofrecer mi corazón” se convirtió en uno de los himnos más importantes del habla hispana?
“Desde aqui (Mexico) se me permitía mirar la canción de otra manera y observé cómo en Chile se la cantaba, cómo en Colombia se la cantaba en als marchas de paz, cómo en Nicaragua se la cantaba contra el gobierno y cómo se lo hacía en México, en las marchas de Ayotzinapa por los estudiantes desaparecidos”, contó Marinozzi.
“Yo vengo a ofrecer mi corazón” es una de las canciones claves del comienzo de Fito Páez, publicada en 1985 en el álbum “Giros”. Una decena de cantantes como Juan Manuel Serrat, Pablo Milanés, Eugenia León y Omara Portuondo entre otros sintieron la necesidad de reversionarla, pero quien logró internacionalizarla fue la voz de Mercedes Sosa, quien la convirtió en el himno que investiga Marinozzi.
“Me puse a explorar cómo las canciones llegan a ser himno a lo largo de la historia de las sociedades. Cómo que esta canción estaba viva como ninguna otra”, contó el escritor.
Fito Paez tenía apenas 20 años cuando escribió la canción, lo que fue un hito en sí mismo. El joven músico había crecido en épocas de dictadura y su letra caló hondo en los corazones de los supervivientes de diversos procesos.
“Fue como el hermanito menor de la generación de Charly y de Spinetta, ¿no? Se crió en un ambiente que escuchaba por igual música clásica, bossa nova, jazz, Serrat, King Crimson, los Beatles, Rolling stones y la música de Charly. Esto provoco algo muy especial”, afirmó Marinozzi, quien investigó en su libro tanto autor como composición.
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