Crisis inmobiliaria en China: la empresa Evergrande entró en default
La agencia de calificación Fitch notificó que el gigante inmobiliario chino Evergrande entró en cesación de pagos. La información fue publicada por Fitch un su sitio web oficial. La firma debía realizar un desembolso de 82,5 millones de dólares, detalló AFP. Por el incumplimiento de su deuda en moneda extranjera Evergrande ahora tiene una calificación de riesgo en la categoría C. La rebaja "refleja el impago de cupones con vencimiento el 6 de noviembre de 2021 y el período de gracia vencido el 6 de diciembre", explicaron desde Fitch.
¿Cómo afecta la crisis de Evergrande a la economía mundial?
La economía china está a la merced del futuro de Evergrande, el gigante inmobiliario cuya crisis tiene el poder de generar una desestabilización del mercado mundial. Esta calificación de riesgo aplicó para la constructora de viviendas Evergrande y sus subsidiarias, Hengda Real Estate Group Co., Ltd y Tianji Holding Limited. Sin embargo, la firma todavía no entró en procedimiento de quiebra ni "otros procedimientos formales de liquidación", indicaron. La primera reacción del mercado mundial fue una pronunciada caída de los precios en las acciones de la Bolsa de Valores de Nueva York. Varios economistas coincidieron que la disminución accionaria se dio como una reacción frente a la inminente quiebra de Evergrande. "El colapso de Evergrande sería la prueba más grande a la que se ha enfrentado el sistema financiero de China en años", declaró Mark Williams, economista jefe para Asia de Capital Economics.
¿Qué es Evergrande?
Evergrande es una empresa inmobiliaria fundada en 1996 por el empresario Hui Ka Yan, que se convirtió rápidamente en el segundo mayor desarrollador de emprendimientos en China. El mercado del real state es uno de los principales motores de la economía de este país y representa un 28% del Producto Bruto Interno del país.
Su modelo de negocios constaba en aprovecharse del crédito fácil que lo habilitaba a construir con dinero prestado por bancos, proveedores y clientes; gracias a su sistema, conseguía vender los proyectos sin terminar y volvía a invertir el dinero conseguido en otros emprendimientos.
Según la revista Caixin, uno de los grupos de periodismo de investigación más importantes de China, Evergrande acumuló la construcción de 800 proyectos de los que han debido paralizarse la mitad debido a la falta de inversión en el mercado inmobiliario.
La caída del gigante chino
La empresa inmobiliaria, una de las principales responsables de la burbuja de mercado con la que lidia la economía china, se enfrenta a un inminente default: a finales de esta semana deberá pagar 83.5 millones de dólares en intereses, cantidad que reportó que aún no puede afrontar.
A principios de septiembre, Evergrande ya había advertido que estaba teniendo problemas de liquidez, que ponía en jaque su sistema de financiación de proyectos, lo que traería como consecuencia una incapacidad para continuar con emprendimientos que lo habilitaran a obtener ganancia.
Además de no poder continuar con su dinámica de inversión, las ventas de propiedades están en una abrupta caída desde junio del año pasado y se hundieron en un 26% interanual. A esta crisis se le suma la campaña regulatoria por parte del Estado chino, iniciada en agosto de 2020 en preocupación por la inminente burbuja, y comenzó a limitar a los bancos a la hora de otorgar créditos y facilidades a las empresas inmobiliarias.
¿Qué reacciones prevé el default?
Se estima que el gigante chino es la inmobiliaria más endeudada del mundo. Evergrande cuenta con grandes inversores a nivel mundial, como Allianz, Ashmore y BlackRock. Además, uno de los principales mercados con el que se relaciona Argentina para la venta de sus productos es China: cualquier colapso de la economía del país asiático tiene la posibilidad de extenderse a la región de manera negativa.
Mientras tanto, el gobierno de China ya ha comenzado a planificar qué tipo de intervención estatal podría ayudar a que Evergrande no provoque un estrepitoso efecto dominó que culminaría en una crisis mundial económica.
“Sospechamos que las autoridades intervendrán, pero optarán por una reestructuración organizada más que un rescate. Lo más probable es que algo así ayudase a los compradores de vivienda afectados, mientras que los acreedores privados tendrían que asumir algunos costes”, consideró la consultora Capital Economics.