El impacto de la reunión Milei-Trump: ¿un futuro incierto para la economía argentina?
La cumbre entre Javier Milei y Donald Trump, que se llevó a cabo en Washington, dejó más dudas que certezas sobre el futuro económico de Argentina. Las expectativas de un acuerdo de libre comercio se desvanecieron rápidamente, y el impacto en los mercados fue inmediato. Las declaraciones de Trump, al condicionar la ayuda a la Argentina a los resultados electorales, provocaron una caída en los activos locales y un repunte peligroso en el dólar.
Apenas Trump mencionó que “si Milei pierde con un candidato de extrema izquierda, no seremos generosos con Argentina”, los mercados argentinos entraron en pánico. Las acciones y bonos en la Bolsa de Buenos Aires se desplomaron, con el S&P Merval cayendo un 2,1% y las acciones de YPF, Supervielle y Grupo Galicia perdiendo hasta un 8% en dólares. Los bonos soberanos, como los Bonares 2035 y 2041, vieron una reversión violenta que los llevó a una caída de hasta 7%. Esto hizo que el riesgo país superara los 1.000 puntos básicos, situándose en 1.032 unidades.
Pero la historia no termina ahí. La situación inflacionaria, que ya venía siendo un desafío para el gobierno de Milei, se agravó con el informe de inflación de septiembre, que subió un 2,1%. La desinflación, uno de los caballitos de batalla del oficialismo, parece haberse evaporado, ya que los precios aumentaron por tercer mes consecutivo. La inflación anual ya acumula un 31,8% y el Fondo Monetario Internacional ajustó sus previsiones, anticipando que los precios seguirán escalando.
A solo dos semanas de las elecciones legislativas, la incertidumbre es palpable. La combinación de la creciente inflación, la caída del mercado y los cuestionamientos internacionales sobre la estabilidad política de Argentina ha dejado al país en un terreno muy resbaladizo. En este contexto, el dólar sigue su ascenso, acercándose a los $1.500 en el mercado financiero, lo que pone aún más presión sobre los precios y las expectativas económicas.
Lo más llamativo es la reciente decisión del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) de cambiar la fórmula para medir la inflación, en un intento por dar mayor transparencia y adecuación a los datos. Sin embargo, la comunidad económica ya observa con escepticismo esta medida, cuestionando si realmente logrará ofrecer una imagen fiel de la realidad económica, dado el contexto de distorsión de los índices.
Además, las decisiones políticas de Milei, como la gestión de tarifas y el acuerdo con el FMI, siguen generando fuertes críticas. El cambio en la medición del IPC, que se implementará recién en 2026, ha sido calificado por algunos como una forma de ocultar los efectos de las políticas económicas sobre los sectores más vulnerables de la sociedad.
Mientras algunos analistas creen que la visita a Trump fue una oportunidad perdida, otros apuntan que las dificultades económicas actuales son producto de las políticas erráticas del gobierno de Milei.