Con la crisis del 2001, María Ramis perdió su trabajó y salió a la calle a juntar cartones para poder darle de comer a su hijo, que entonces tenía 8 años. Hoy, es tesorera de la Cooperativa del Oeste, la cual fundó junto a sus vecinos para sobrevivir. “Fueron 20 años de lucha”, expresó en IP Noticias.
“Trabajaba como asistente de gerencia en un correo privado. En 2001 me quedé sin trabajo y entre vecinos empezamos a juntar papeles y cartones para venderle a una papelera. En agosto de 2002 nos formalizamos como cooperativa. Fueron 20 años que pasaron en un segundo, pero fueron 20 años de lucha”, dijo.
Según datos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en 2001 existían unos 100 mil cartoneros en el Área Metropolitana de Buenos Aires. En 2002, se sancionó la Ley 992/02 que reconoce la actividad de los cartoneros, llamándolos Recuperadores Urbanos, y los incorpora al servicio público de recolección de residuos.
“Nada fue fácil, pasamos de ser ladrones a ser sujetos de derecho ya que al principio, nos acusaban de robarnos la basura. Fue muy duro, lloré mucho. En esa época me había separado por violencia familiar y mi hijo después del colegio salía conmigo a cartonear porque no podía dejarlo solo, sus compañeros le hacían bullying y hasta mis hermanos me preguntaban si no me daba vergüenza andar con basura”, expresó.
En la actualidad, se estima que en el AMBA son 6.500 los trabajadores formalizados en el rubro. La recolección de Residuos Sólidos Urbanos Secos es una tarea clave para la implementación de las políticas públicas de Higiene Urbana.
“Siento que todos los días doy el ejemplo y mucho orgullo de lo que hice en todos estos años”, finalizó María Ramis.