Caputo presenta un modelo económico de "competitividad" que genera dudas sobre su impacto social

Luis Caputo, ministro de Economía de la Nación, envió un mensaje grabado desde Washington a los empresarios que participaron en la 61º edición del Coloquio IDEA en Mar del Plata. En su intervención, destacó los logros económicos de los últimos 20 meses y delineó los principales ejes de la política económica que, según él, se implementarán en los próximos años.

Caputo agradeció a los empresarios por su apoyo a lo largo de un proceso de cambio de modelo económico. Según el funcionario, el gobierno dejó atrás un modelo "deficitario" que se financiaba con deuda y emisión monetaria, el cual provocaba devaluaciones constantes y una inflación descontrolada. En su lugar, el actual modelo busca la estabilidad fiscal y monetaria, con el objetivo de reducir la inflación y la pobreza.

"Estamos en un contexto económico mucho más previsible", aseguró Caputo, aludiendo a la mejora en la macroeconomía y la reducción de la inflación. En este sentido, destacó que Argentina ha logrado reducir la pobreza en más de 26 puntos porcentuales, lo que, según él, sacó a 12 millones de argentinos de la pobreza. Además, mencionó la recuperación de los salarios reales, aunque reconoció que aún queda camino por recorrer para alcanzar una inflación comparable con la de otros países.

Pero Caputo no solo se refirió al pasado reciente. En su mensaje, delineó las reformas que el Gobierno planea implementar en los próximos años, haciendo énfasis en dos de las más trascendentales: la reforma laboral y la reforma tributaria.

La reforma laboral, según el Ministro, es urgente para superar un "régimen arcaico" que impide la creación de empleo desde 2011. En sus palabras, el sistema actual es tan rígido y previsible que dificulta tanto la contratación como el despido de empleados, una situación especialmente grave para las pequeñas y medianas empresas (PYMEs). El objetivo es establecer un régimen más flexible, que favorezca la creación de empleo y acabe con lo que Caputo calificó como "la industria del juicio", una práctica que según él solo beneficia a un pequeño sector en detrimento del resto de la sociedad.

Por otro lado, la reforma tributaria se presenta como una pieza clave para simplificar el sistema impositivo y eliminar muchos de los impuestos actuales. "Vamos a reducir impuestos, simplificar el régimen tributario y fomentar el ahorro interno", dijo el Ministro. Este último punto, según Caputo, será crucial para permitir la inversión privada en Argentina, algo que considera esencial para el crecimiento económico del país.

Aunque el discurso de Caputo presentó una visión optimista del futuro, no faltaron las críticas a quienes, según él, siguen creyendo que la única forma de competitividad es a través de una moneda débil. En su mensaje, el Ministro desestimó esta postura, asegurando que una moneda débil refleja una economía débil. Para él, la competitividad debe construirse mediante políticas de desregulación, reducción de impuestos y reformas estructurales que, a su juicio, llevarán a Argentina hacia un futuro más libre y competitivo.

Si bien Caputo mostró confianza en el camino trazado, el mensaje de optimismo también dejó entrever una realidad más compleja. Las reformas propuestas, particularmente la laboral, han generado una fuerte polarización en la sociedad argentina. Para muchos, la flexibilización laboral puede traducirse en precarización y mayores desigualdades en el empleo. Los sindicatos y organizaciones sociales han expresado su preocupación ante la posibilidad de que estas reformas terminen favoreciendo a las grandes empresas a expensas de los trabajadores más vulnerables.

No es un secreto que el gobierno de Javier Milei ha sido criticado por su enfoque de "ajuste" y su propuesta de políticas económicas que amenazan con generar mayores tensiones sociales. Si bien el Ministro resaltó que la Argentina necesita "un cambio profundo", la realidad es que este cambio viene acompañado de una serie de desafíos, tanto para el empresariado como para los trabajadores.

Si bien las reformas propuestas por Caputo prometen estabilidad y competitividad, la pregunta que queda en el aire es si realmente estos cambios beneficiarán a todos los sectores de la sociedad. Las expectativas están altas, pero también lo están las preocupaciones. El tiempo dirá si el modelo económico de Milei será capaz de cumplir con sus promesas o si, por el contrario, terminará generando más desajustes de los que intenta corregir.