El 2020 fue un año marcado por un nuevo récord de refugiados: 82 millones, el doble que hace una década. La pandemia de coronavirus derivó en el cierre de fronteras, pero las crisis humanitarias y bélicas no dieron brazo a torcer. De este número, el último informe global de Acnur especifica que 42% son menores de edad; 26.4 millones son refugiados -es decir personas que debieron abandonar su país de origen-, mientras que 48 millones son desplazados internos, es decir, que se movieron dentro del mismo territorio. El país con mayor cantidad de refugiados en el mundo es Siria, con casi 7 millones de personas. A su vez, el país que más refugiados acoge es Turquía, con casi 4 millones. Y justamente, la gran mayoría de ellos son sirios.
“El número es inadmisible”, dice Osvaldo Laport, embajador de Acnur, y explica: “Un refugiado es aquel que es desarraigado de su país, de su hogar; debe huir para salvar su vida. Es alguien que perdió todo, víctima de la persecución ideológica o de la guerra, alguien que perdió sus derechos humanos”.
Laport comenta: “Trabajamos para visibilizar la realidad. Muchos de nosotros desconocemos esta realidad, pero en Argentina se vivió la solicitud de asilo en la época de la dictadura. Muchas familias, hombres, mujeres y niños debieron hacer la solicitud para salvar su vida”.
El 20 de julio se eligió en memoria de la primera Convención por Refugiados de la ONU, en 1951. Una fecha muy importante para seguir tomando conciencia.
Melina Fleiderman acompaña a IP Noticias en su edición del mediodía los sábados y domingos, a partir de las 13 hs.