Marcelo Bielsa: cumple 66 años el técnico que nunca creyó en el fracaso
"El fracaso es formativo, nos vuelve sólidos y coherentes, nos acerca a nuestras más profundas convicciones", declaró alguna vez Marcelo Alberto Bielsa Caldera, más conocido como "El Loco" Bielsa. El rosarino, nacido un 21 de julio de 1955, es reconocido en todo el planeta como uno de los técnicos de fútbol más importantes de la actualidad. Formador de convicciones sólidas, obsesivo con el trabajo a límites insospechados, Bielsa desarrolló una carrera breve como defensor de Newell's que cobró relevancia cuando llegó a ser el director de orquesta, sentado en el banco de suplentes.
Estudioso de tácticas, estrategias y de cada detalle relacionado con la pelota, fue creando un estilo de juego propio, por el que sus equipos suelen atacar y marcar todo el partido. Esta condición ofensiva al extremo, le valió aciertos pero también grandes derrotas. Bielsa fue recordado durante muchos años por el fracaso deportivo que fue la eliminación en primera ronda de la Selección Argentina que él dirigía, en el Mundial de Corea-Japón 2002. "Deberíamos aclararle a la mayoría que el éxito es una excepción: los seres humanos de vez en cuando triunfan. Habitualmente desarrollan, combaten, se esfuerzan.. y ganan de vez en cuando. Muy de vez en cuando”, declaró en aquella oportunidad, cuando la prensa lo tenía acorralado.
Pero "El Loco" nunca se rindió, ni tampoco dejó sus convicciones en la puerta de los estadios. El rosarino continuó desarrollando su "Teoría Bielsa": equipos cortos, con defensores que pasan rápidamente al ataque y un juego de marca y presión total. Esto lo llevó a confrontar con varios jugadores y técnicos, que no estaban de acuerdo con su manera de ver el fútbol, y a los que terminó ignorando para continuar a paso firme hacia la victoria.
El fracaso como aprendizaje para ganar
Bielsa logró grandes triunfos en Newell's Old Boys, el equipo que lo vio jugar hasta 1978 y lo repatrió como técnico de inferiores en 1980. Allí empezó una carrera brillante que lo llevó a ganar dos títulos de Primera División, el Apertura 1990 y el Clausura '92. En aquel entonces llegó a la final de la Copa Libertadores contra San Pablo, perdiendo por penales. Su relación con el club es tan impresionante, que el estadio lleva su nombre.
“No permitan que el fracaso les deteriore el autoestima. Cuando ganás, el mensaje de admiración es tan confuso, te estimula tanto el amor hacia uno mismo y eso deforma tanto. Y cuando perdés sucede todo lo contrario, hay una tendencia morbosa a desprestigiarte, a ofenderte, sólo porque perdiste. En cualquier tarea se puede ganar o perder, lo importante es la nobleza de los recursos utilizados", es otra de sus frases más famosas que reflejan su espíritu de lucha y convicción.
Su retórica barroca y elegante lo llevó a ser amado y odiado, incluso por gente fuera del fútbol. En más de una ocasión, Bielsa fue convocado para dar charlas motivacionales y explicar su filosofía de vida. Luego de varios años sin títulos, logró llevar al Leeds United, un histórico equipo inglés caído en desgracia, a la primera división, después de 16 años.