A diez años de la muerte de Amy Winehouse, una diva soul con trágica historia familiar
Hace una década Amy Jade Winehouse murió en su casa de Londres por una intoxicación etílica. Tenía 27 años, dato que la condujo directo al Olimpo de las estrellas de rock que -a esa edad también- cumplieron el axioma “vivir rápido, morir joven”: Jim Morrison, Janis Joplin, Jimi Hendrix y Kurt Cobain entre otros.
Detrás del trágico final en la vida de una chica inglesa blanca que cantaba como una sirena llena de soul, emerge una compleja historia familiar. Sus progenitores se separaron cuando ella tenía 8 años y a partir de ese momento, la niña luego adolescente vivió desamparada de contención familiar. Biografías y documentales sobre su vida y obra hablan de un “padre ausente”, reaparecido justo en el momento en que Amy ya empezaba a ser famosa.
De ahí, y con Mitch Winehouse al mando de las finanzas de su productiva hija cantante, surgieron las rispideces en el entorno familiar. La adicción de Amy al alcohol era conocida e incluso tolerada por su padre, quien al principio justificaba el problema y lo relacionaba con la juventud y ciertos desengaños amorosos. A pesar de las constantes peticiones para que acudiera a rehabilitación, Amy nunca hizo caso. Y redobló la apuesta: su mayor hit, Rehab, ironizaba sobre la situación. “Intentaron hacerme ir a una clínica de rehabilitación, pero dije: no, no, no", son los elocuentes primeros versos de una extraordinaria canción, un clásico instantáneo del soul en el siglo XXI.
A pesar de todas las adicciones y su constante negativa a rehabilitarse del todo, Amy no quería morir. El día antes de su muerte, la artista le aseguró al médico que la visitó que ella quería vivir, según la biografía Stronger than her (Mas fuerte que ella). Sin embargo el alcoholismo y la bulimia, sumados a un enfisema pulmonar derivado de fumar crack, la destrozaron por dentro.
Nuevo documental sobre Amy Winehouse
Narrado por su madre Janis Winehouse-Collins, Reclaiming Amy presenta imágenes intimas, fotos familiares y entrevistas con amigos cercanos. Winehouse-Collins, quien tiene esclerosis múltiple (EM), rara vez ha hablado públicamente sobre su hija, pero comparte su versión de los eventos en un documental de la BBC que se estrena en el Reino Unido, en el décimo aniversario de la muerte de la cantante.